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‘Ver sonreir a los niños, mi mayor recompensa’

Joven cucuteña busca reconstruir el parque del área de pediatría del hospital de Cúcuta.

Bibiana Villota Estrada, de 22 años, refleja en su rostro el amor y el emprendimiento que desbordó sin medida para cumplirles el sueño a muchos niños que padecen de cáncer.

Villota está terminando su carrera de Derecho, de la Universidad Libre de Cúcuta, pero por estos días hace sus prácticas profesionales en la Corte Constitucional, en Bogotá.

La pasión por defender y ayudar a la sociedad la desarrolló cuando conoció a Lisbeth, una niña de 15 años que sufría de leusemia y, además, necesitaba un trasplante de médula ósea, que a través de una tutela le ayudó a conseguir.

Luego de siete meses, consiguieron el trasplante, pero desafortunadamente Lisbeth murió en mayo, cuando ya tenía programada su cirugía para agosto en Bogotá.

El cariño que esta niña le dejó en su corazón y, por las peticiones de la menor, de que ayudara a sus amiguitos con cáncer, hicieron que esta joven de tan solo 22 años, emprendiera una misión difícil pero no imposible, como ella lo denomina, de reconstruir el parque de pediatría en el tercer piso del Hospital Universitario Erasmo Meoz.

“Ella marcó mi vida. Estos proyectos son el reflejo del amor que ella me brindó, gracias a Dios”, dijo.

“Yo iba a visitar a todos los niños enfermos de cáncer en el hospital y, los llevaba al parque, pero como no había nada para jugar con ellos, los ponía a correr solamente. De ahí nació la idea de querer reconstruir el parque”, aseguró Villota.

Por el hospital ser propiedad del Estado, tuvo que conseguir un permiso para esta obra. Andrés Evelio Mora, asesor jurídico del hospital, intermedió con el gerente Juan Agustín Ramírez, para otorgarle el permiso.

El 14 de septiembre de 2013, logró su primer objetivo con el permiso; ahora tenía tan solo tres meses para lograr la remodelación, y lo más difícil, conseguir los recursos para iniciar.

Tocó los corazones de algunos amigos, quienes aportaron con dineros. Además, fue a varios colegios de la ciudad, pidiendo dejar una alcancía para recoger dineros; también organizó jornadas en la ciclovía con los amigos pidiendo ayuda para esta labor.

“Empecé desde cero, pero logré darle una sonrisa  a todos esos niños que tanto lo necesitan”, dijo Villota.

Los arquitectos José Pérez y Felipe Villamizar, fueron partícipes en su objetivo. Además, amigos y los padres de los niños enfermos, le ayudaron con la mano de obra.

El próximo lunes, se reinaugurará este parque, con juegos, ilusión, risas, esfuerzo y amor, que alegrará la vida de muchos niños con cáncer.

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Jueves, 28 de Noviembre de 2013
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