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Cúcuta
Y ahora, ¿quién pagará el arriendo?
Serafín García, vendedor informal de pasteles en el centro de Cúcuta manifestó su incertidumbre frente a la caótica situación que está viviendo la ciudad.
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Miércoles, 25 de Marzo de 2020

El coronavirus inició paralizando la economía de las grandes empresas a nivel mundial. En Cúcuta todos estaban alarmados por lo que pasaba en otros países y pocos imaginaron que la enfermedad llegaría a afectar sus bolsillos.

Hoy, debido al aislamiento obligatorio decretado en todo el país, las personas que vivían del trabajo informal y del día a día están preocupadas. La gran mayoría son de bajos recursos y lo poco que ganaban se destinaba al sustento de sus hogares, el pago de servicios y el arriendo, el más importante.

Serafín García, vendedor informal de pasteles en el centro de Cúcuta y residente del barrio Tasajero, manifestó su incertidumbre frente a la caótica situación que está viviendo la ciudad, debido a la pandemia que ya suma 15 casos en Norte de Santander.

“Esto es preocupante. Uno salía todos los días a vender tranquilo por las calles, no tenía un puesto fijo porque con tanta competencia me tocaba estar aquí y allá, pero vendía y con eso comía. Con esto ya no sé qué hacer, el arriendo de una pieza me vale $350.000 y no tengo para pagar”, dijo García. 

Aunque el hombre ya habló con su arrendador para que lo espere por el tiempo que no podrá pagarle, este le dijo que al menos debía conseguirle la mitad del dinero, ya que esos eran sus únicos ingresos. 

“Yo le dije que no me fuera a sacar a la calle porque esto es difícil. Me dijo que le consiguiera por lo menos $150.000, pero si no estoy trabajando, me tocará ponerme a hacer otra cosa, ¿qué? No sé”. 

Por otra parte, la familia García Quintana del barrio La Ermita (Atalaya) están intranquilos, ya que, según aseguraron, la arrendadora les avisó que debían desocupar la casa, pues al no tener con qué pagar el arriendo, ya no podría quedarse allí. 

“Nos dijo que debíamos desocupar, pero ella no se da cuenta de que tenemos niños y que por ellos esto es más complicado, ante esta calamidad no lo vamos a hacer”. 

El abogado y docente universitario Javier Perozzo aseguró que bajo la contingencia que vive el país, “si el arrendador quiere pedir el inmueble, deberá hacerlo bajo el cumplimiento de la ley. Es decir, con los requisitos del artículo 23, esto es, con el preaviso de 3 meses. 

“Si lo que quiere es no cumplir el preaviso, la arrendadora tendría que ir al juez, porque los inspectores no se van a involucrar en esto, y como no hay jueces habilitados por la pandemia, no podrá hacerlo hasta el 13 de abril. 

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“Finalmente, están prohibidas las mudanzas y ese tipo de actividades por cuenta de la limitación en la movilidad o aislamiento obligatorio”. 

Indicó que la única manera en la que los arrendadores pueden pedir el inmueble es bajo el incumplimiento del contrato de arrendamiento, y aunque no haya ningún documento firmado entre las partes, lo verbal se presume como contrato. 

Cada caso es distinto

María Fernanda González, gerente de la Lonjas de Propiedad Raíz de Norte de Santander y Arauca, informó que hasta la fecha el tema de los arriendos se está trabajando por casos puntuales. 

“Hasta el momento, los bares y discotecas son los establecimientos sobre los cuales se están tomando las medidas necesarias para definir el pago de arriendo de los inmuebles, no hay una normativa general, eso depende de cada caso”, indicó González.

Aunque el Gobierno anunció que existe la posibilidad de que las personas y empresas con crédito puedan suspender el pago de dos meses, con la finalidad de refinanciar sus préstamos sin afectar su vida crediticia, el ministro de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo, aclaró que entre las medidas sobre los arrendamientos, es un tema que se da entre partes privadas.

Indicó que parte de los recursos del Fondo de Mitigación de Emergencias y de los recursos de garantías, a través del Fondo Nacional de Garantías, tiene como fin dar liquidez suficiente para el pago de los arriendos. 

“Debemos tener mucho cuidado con regular los acuerdos entre partes privadas. En principio, lo que se busca es dar liquidez para que la persona tenga los recursos suficientes para poder solventar esos pagos que naturalmente se tienen en este instante”, mencionó Restrepo. 

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