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Cúcuta
Yo era quien destruía la pólvora, pero me tocó padecerla: Bombero
 Un hijo del apagafuegos perdió un ojo, luego que un borracho activó un artefacto pirotécnico.
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La opinión
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Miércoles, 23 de Noviembre de 2016

El bombero Jorge Leal sufrió en carne propia lo terrible de la manipulación irresponsable de la pólvora. Su hijo de 13 años fue alcanzado por un tote que le lanzó un borracho en el barrio.

Ocurrió a la medianoche del 31 de diciembre de 2014, diez minutos después de que sonaran las sirenas que anuncian la llegada del año nuevo.

Lo grave de ese triste episodio fue que los médicos no pudieron salvarle uno de los ojos al hijo del bombero, debido a que el artefacto pirotécnico le explotó a poca distancia de su rostro.

Han pasado dos años y aún el niño no supera que haya perdido la visión por uno de sus ojos. “Nos ha tocado invertirle mucho en sicológos para su recuperación”, dice Leal.

Al hablar con La Opinión, dijo que prefería no recordar ese día en que su hijo perdió uno de sus ojos por culpa de la pólvora. “Quién iba a creer, yo era el que destruía con la policía toda la pólvora que se decomisaba en la ciudad, pero mire como son las cosas, me tocó padecer en carne propia las secuelas”.

Aunque su hijo no manipulaba pólvora cuando ocurrió el accidente, debido a que fue un tercero el que arrojó un tote en el sitio donde él se encontraba, Leal les envió un mensaje a los papás: Las fiestas se disfrutan mejor sin pólvora, no permitan por ningún motivo que sus hijos menores quemen estos productos, estén muy atentos a ellos y no los pierdan de vista.

Dijo la pólvora se volvió más peligrosa cuando se le empezó a adicionar detonante en su fabricación, de ahí que es mejor no tenerla cerca.

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