La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile

Ana González y Ruven Afanador en un mismo proyecto

La primera exposición del año será en el Museo Santa Clara de Bogotá.

Un conjunto de retratos de mujeres, hombres y niños de las comunidades indígenas wayúu, guna-dule, misak y arhuaca, intervenidos con diferentes técnicas artísticas, conforma la exposición ‘Hijas del agua’, proyecto conjunto de la artista Ana González y el fotógrafo Ruven Afanador.

Este trabajo busca llamar la atención sobre la importancia de estas culturas colombianas aisladas, olvidadas y de las que muchos aún desconocen su existencia. 

La relación de estas comunidades con la naturaleza y la idea de la preservación del agua como elemento fundamental para la vida, son el eje conductor de este proyecto artístico que pudo realizarse tras la firma del Acuerdo de Paz, en 2016. Precisamente gracias a este Acuerdo, a los artistas les fue posible acercarse a diferentes territorios indígenas hasta entonces inaccesibles.

El lente del fotógrafo Ruven Afanador captó las miradas de las mujeres indígenas del Caimán Alto (Urabá Antioqueño), el Cabo de la Vela (La Guajira), Silvia (Cauca) y la Sierra Nevada de Santa Marta (Magdalena). Ellas le permitieron explorar visualmente sus saberes, costumbres y tradiciones.

El registro de esos mundos femeninos ancestrales fue enriquecido por la artista Ana González, quien interpretó en sus intervenciones los numerosos viajes que hizo junto a Ruven y seleccionó los soportes para intervenir las fotografías con dibujos, textos de la tradición oral indígena, bordados y devastaciones de hilos, entre otras técnicas.

‘Hijas del agua’, es la primera exposición temporal del año en el Museo Santa Clara de Bogotá y estará abierta al público desde el 3 de agosto al 16 de septiembre de 2018.

La exposición ‘Hijas del agua’ ofrece la posibilidad de establecer similitudes entre las tradiciones culturales indígenas y la vida conventual de las mujeres de los siglos XVI al XVIII. Cada una de las fotografías de esta serie habla del aislamiento al que por tradición ingresan las niñas indígenas al hacerse mujeres. 

En esa suerte de enclaustramiento temporal, estas jóvenes acceden a los saberes ancestrales de su comunidad a través de ciertos ritos y de la tradición oral. De modo semejante, las monjas que antaño habitaron el Claustro Santa Clara, vivieron una vida de aislamiento, esta vez vitalicio, en el que, separadas del mundo, dedicaban su vida a Dios aprendiendo de sus superioras los oficios y prácticas necesarias a su devoción.

Ana González se graduó como arquitecta en la Universidad de los Andes, estudió posteriormente Arte y Género en el Trinity College de Dublín, Irlanda, e hizo su Maestría en Fotografía-Impresión-Edición en la Escp y posteriormente en la Esnba de París, Francia. Sus obras e intervenciones escultóricas revelan su particular inquietud por entender el desplazamiento humano, la arquitectura, la naturaleza y la ausencia desde un punto de vista femenino, de oficio, herencia y factura.

Ha desarrollado el cuerpo de su obra basándose en la experiencia de escuchar detenidamente, y de manera paralela a su trabajo, a personas/artesanos de sectores de la población desplazada víctimas del conflicto armado que han emigrado a los cascos urbanos. 

Sus obras se han expuesto en varias galerías y museos del mundo como símbolo del tema del desplazamiento desde el punto de vista femenino y latinoamericano, y hacen parte de importantes colecciones a nivel nacional e internacional.

Junto a ella Ruven Afanador, fotógrafo colombiano radicado en Nueva York, uno de los más cotizados del mundo, un talento de extraordinaria imaginación. Su extensa obra se distingue por un opulento clasicismo avivado por un punto de vista irreverente y un asombroso lenguaje visual iluminado por la extravagante emoción de su herencia latinoamericana y matizada por una exquisita carga erótica.

Por más de una década desarrolló una íntima relación con meticulosos editores del New York Times Magazine y The New Yorker, así como de muchas otras publicaciones del mundo de la moda y de personajes de actualidad. Ha hecho ya cuatro importantes libros, ‘Torero’, ‘Sombra’, ‘Mil Besos’ y ‘Ángel Gitano’, que hablan de esa visión tan particular y nostálgica suya del mundo.

Ruven ha fotografiado personajes y artistas de todo el mundo como García Márquez, Barack Obama, Oprah Winfrey, Hillary Clinton, Pedro Almodóvar, Diane Keaton, entre muchos otros. Sus fotografías hacen parte de importantes colecciones y han sido expuestas en museos y galerías en Estados Unidos, Europa y diversos países del mundo.

Image
Colprensa
Colprensa
Viernes, 3 de Agosto de 2018
Premium-home
Patrocinado por:
Logo Empresas
Temas del Día