El documental 'La Negociación' sigue obteniendo premios en distintas partes del mundo, está vez en Marruecos.
Allí, la obra de Margarita Martínez, recibió el premio 'Mejor documental de la memoria' en el Festival de Cine y Memoria Común de Nador.
Este galardón llega tras un año de su estreno, siendo un trabajo que en el 2018 volvió a abrir el debate entre los seguidores de un nuevo Sí y un nuevo No; los que dicen que sí hay que verla y los que prefieren que no se dé a conocer esa historia íntima de las largas negociaciones de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc.
'La Negociación' se estrenó en las salas de Cine Colombia con resultados positivos en taquilla, cines independientes, medio centenar de universidades y centros de pensamiento en Colombia y en el exterior.
Asegura Margarita Martínez, reconocida directora de documentales como 'La Sierra', que 'La Negociación' les ha permitido a los colombianos tener otra mirada de lo que fueron las negociaciones de La Habana: “Lo que encontrarán allí serán seis años de cronología de lo que pasó en La Habana y del ingreso de las FARC a la vida civil. Un relato lleno de imágenes desconocidas; tiene mis propias filmaciones y material inédito, filmado por muchas de las partes de quienes participaron en la negociación de paz. Es un relato continuo, construido con el detrás de cámaras y las entrevistas logradas durante y después de las negociaciones".
Margarita Martínez es una documentalista y periodista colombiana. Ganó el premio María Moors Cabot a la excelencia en el periodismo en el 2016 y fue Nieman Fellow en la Universidad de Harvard en el 2009.
Su primer documental, La Sierra, sobre una banda paramilitar en Medellín, tuvo una de las mayores audiencias en Colombia. Fue nominado al Independent Spirit Award en Los Ángeles, entre otros reconocimientos, y presentado en los principales canales de televisión del mundo.
Otros largos documentales son Robatierra, sobre la lucha indígena por la tierra y La Ola Verde, sobre la campaña a la presidencia de Antanas Mockus que retó el status quo de la política tradicional colombiana.
