Una investigación hecha por los coreógrafos Luis Eduardo Pérez y Flaminio Molina Vergel, en Ocaña, sobre la tradición de la arepa ocañera, redundó en un baile en homenaje al producto típico de la gastronomía local.

El Consejo de Cultura de Ocaña avaló la iniciativa y le dio vía libre a la danza como instrumento para fortalecer las tradiciones. Para ello, se vinculó a niños y de acuerdo con la consejera, Johana Machado Alsina, la arepa ocañera hace parte del patrimonio gastronómico.

“En la canción se cuenta la importancia del maíz en el régimen alimenticio de los habitantes de la región. Se destaca que es una arepa sin sal consumida al desayuno y en la cena, son asadas sobre un tiesto y se ponen en una hoja de plátano, el fogón es de leña”, dijo el maestro Molina.

Para el compositor la arepa ocañera está en vía de extinción y para los jóvenes es más fácil comprar arepas de fábrica. 

“En los hogares se está perdiendo la tradición de moler el maíz y el ritual de dorar la arepa sacándole el pellejo para rellenarla con queso, calentado, aguacate, pescado, natas o huevos revueltos”.

Los maestros lograron sacar la arepa del tiesto y llevarla a la pista de baile, con el grupo Brisas de la Torcoroma, donde los bailarines con masa en mano enseñan a preparar la arepa.

La bailarina, Yamile Bayona Arias, contó que el montaje de la danza fue toda una aventura. Se requirió de horas y de un trabajo desde la recolección del producto, la pilada del maíz, molienda, el amasado y llevarla al tiesto para luego con dedicación sacar el pellejo y rellenarla.

El director del grupo de danzas, Luis Eduardo Pérez Mora, indicó que luego de montar el baile La cajita de cartón del mismo maestro Molina, se le propuso la coreografía del tema dedicado a la arepa.

A través del Consejo Municipal de Cultura se concretó la propuesta y el vídeo se grabó con la asesoría del personal de la Facultad de Artes y Humanidades de la universidad Francisco de Paula Santander, seccional Ocaña. 

Para ello se visitaron hogares campesinos donde se mantiene la tradición y allí se rodó la pieza folclórica.

“Se muestra esa tradición de arepa de pellejo con queso y café negro. “Después de la devoción a la imagen de la Virgen de Torcoroma, patrona de los ocañeros, sigue en la lista la identidad gastronómica de la arepa. Tiene una gran connotación en la historia y siempre los viajeros alistan ese alimento para llevar a los seres queridos”, recalcó.

Toda una investigación de las expresiones folclóricas para inmortalizar la arepa ocañera como símbolo de la gastronomía en esta región del país se hizo en la Provincia de Ocaña.