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Cultura
Las luchas de Álvaro Castaño por la cultura de Colombia
A los 96 años murió la emblemática voz de la emisora cultural HJCK, ‘Una emisora para la inmensa minoría’.
Miércoles, 10 de Agosto de 2016

“Entre todos los coleccionistas que he conocido, el más aventurado es Álvaro Castaño Castillo, porque ha vivido empeñado en una colección invisible: colecciona tiempo. Su colección de instantes es prodigiosa. Esa colección tiene la particularidad de que los hechos mismos que hacen parte de ella son sus propios e insustituibles relatos. Su precisión es asombrosa, porque en ella las cosas vuelven a ocurrir de la misma y exacta manera como ocurrieron en su hora”.

Así lo recordaba su amigo Belisario Betancur, en el prólogo que hizo para el libro ‘Para la inmensa minoría’, publicado hace diez años, contando con una selección de los mejores comentarios que Álvaro Castaño Castillo hizo, por cerca de seis décadas, en la emisora cultural HJCK, bajo aquel inolvidable lema: ‘Una emisora para la inmensa minoría’.

Un hombre que tuvo que afrontar la muerte de su esposa, Gloria Valencia de Castaño, reconocida como ‘La Primera Dama de la Televisión’,  y el año pasado, también partió su hijo, Rodrigo Castaño. Junto a ello, serios quebrantos de salud habían mermado su movilidad, e incluso en su capacidad de hablar, no le quitaron sus ganas de vivir, porque no se cansaba de decir que quería vivir cien años. Tan sólo le faltaron cuatro.

En Bogotá, el 9 de junio de 1920 llegó al mundo para ser el hijo número 13 del matrimonio de Joaquín Castaño Ramírez y Ana Rosa Castillo Gálvez, siendo graduado de abogado de la Universidad Nacional, donde recibió clases de personajes históricos, como Alfonso López, Carlos Lleras Restrepo y Jorge Eliécer Gaitán.

Pronto a su vida llegaría un amor que lo acompañaría por más de 60 años. Gloria Valencia de Castaño, quien no sólo fue su esposa y madre de sus dos hijos, también fue la perfecta cómplice para sus quijotéscos emprendimientos en búsqueda de la divulgación masiva de la cultura. Que mejor que la radio, en los años cincuenta, para dicho fin.

Pero la cultura no fue la única pasión que los unió. Hablar de medio ambiente en épocas en que no era un tema para tratar, también fue parte de su lucha, creando un programa que hoy día hace parte del patrimonio televisivo del país: Naturalia, con el eslogan: ‘La historia de los animales y los animales en la historia’.

Fueron 25 años que semanalmente este programa, presentado por Gloria, con los libretos de Álvaro. Pese a todas esas ocupaciones, siempre le sacaba tiempo para recitar poesía, jugar tenis, nadar o andar en bicicleta por las calles de su natal Bogotá.

Un legado llamado HJCK

El próximo 15 de septiembre se cumplirán 66 años de la HJCK, de los cuales, 55 acompañó a los colombianos divulgando la alta cultura, mientras que los últimos 12 lo ha hecho siendo una emisora web.

“Comenzó con una conversación con Gonzálo Rueda Caro y fue tomando cuerpo la idea de una emisora cultural con una calificación muy alta”, relató él justo cuando se cumplieron los 60 años de la emisora.

Este proyecto, ideado en medio de tertulias domingueras y alejado de cualquier “ambición económica”, nació para Colombia y para sus oyentes en medio de un ambiente de escepticismo donde sus creadores fueron tildados de ‘locos’ en su momento, con el temor de tener que depender de la sintonía, y bajo la convicción de hacer una emisora decente y responsable, logró ganar adeptos desde sus inicios, tiempo en el cual aún no se llamaba HJCK, era simplemente ABC.

Llegaron lejos, hicieron historia y dicha locura se convirtió en un patrimonio cultural, “el secreto fue no buscar utilidad importante, sino tener cierta castidad económica y querer más lo que estamos haciendo que el negocio mismo”, recordaba su fundador.

Entre tantos recuerdos que Castaño Castillo pudo cosechar durante décadas de trabajo por mantener ese exquisito espacio cultural en el dial, uno de los más valiosos sin duda fue el recibir el premio Ondas, otorgado en España, y el cual ganó la emisora por su programa ‘El correo de la cultura’, en 1962, época en la que contaban con 48 corresponsales en distintas ciudades del mundo, como Nueva York, París y Londres.

Bogotá | Colprensa

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