La famosa caricatura esconde una estrategia estadounidense amplia y efectiva que produjo grandes cambios en el contexto américano del siglo XX.
Aquí no solo se infundó el respeto por las Fuerzas Armadas estadounidenses, en especial por los marines, también después de ver al personaje consumir espinacas, las cuales le proporcionaban fuerza sobrehumana, los pequeños aficionados al dibujo animado vieron con mejores ojos este alimento y lo preferían en sus mesas. Convirtiéndose así en uno de los mejores vehículos de propaganda de los Estados Unidos.