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Cultura
Publican en Colombia novela póstuma inspirada en Carlos Pizarro
El escritor mexicano Carlos Fuentes narra la vida y la muerte de quien dirigiera al M-19.
Viernes, 3 de Junio de 2016

Con la ventaja que siempre le dio trabajar en el mundo de la ficción, el escritor mexicano Carlos Fuentes va en la misma fila de asientos que el candidato presidencial y exguerrillero Carlos Pizarro, en el vuelo Bogotá-Barranquilla el 26 de abril de 1990, donde el líder político fue asesinado.

Es así como desde la primera persona el fallecido escritor mexicano narra la vida y la muerte de quien dirigiera al M-19 y posteriormente le apostara a la paz, trasladando su lucha al mundo de la política. Todo esto Fuentes lo hizo en 'Aquiles o el guerrillero y el asesino', su novela póstuma.

Sus últimos 20 años de vida, según su esposa Silvia Lemus, los dedicó a esta novela, que le costó escribir. Pese a la exhaustiva documentación que realizó, escribió varias versiones, “corrigió y reescribió partes completas de la obra, lo que seguía haciendo cuando le llegó la muerte. No quiso entregarle en manuscrito a sus editores mientras el conflicto armado más antiguo de América Latina no llegara a su fin”, destacó la esposa en la introducción del libro.

La edición estuvo a cargo de Julio Ortega, experto en literatura y amigo personal de Fuentes por más de 45 años, quien aseguró en el prólogo que ninguna novela le había costado al escritor mexicano, “tantos borrones y recomienzos como esta”.

La labor de Ortega no fue fácil, pese al minucioso orden con el cual trabajaba Fuentes, quien siempre escribió en máquinas de escribir, golpeando con tal fuerza cada una de las teclas de este aparato, que en su casa, en un armario, existía un verdadero cementerio de máquinas Olivetti.

Fue un trabajo artesanal, que le tomó varios años de labores para lograr que encajaran cada una de las piezas, de los manuscritos que confirman esta novela.

“Fuentes siguió la desgarradora noticia del asesinato de Carlos Pizarro en los periódicos, y debe haber imaginado muy pronto la necesidad de escribir un testimonio sobre estos hechos, pensando en la crónica, idea inicial que más adelante lo llevaría a la novela, donde la historia resuelve el luto civil, y donde la lectura busca hacer sentido para que los héroes no abandonen el lenguaje y sigan actualizando sus demandas”, dice Julio Ortega en el prólogo de la novela.

En dicho prólogo, Ortega narra el quehacer de Fuentes frente a esta historia, su proceso de escritura, la cantidad de borradores hasta llegar a manuscritos que dejó intactos por un tiempo, quizás al sentir que ya era el mejor resultado final en una historia de un pueblo que no era el suyo, donde no faltaba la constante pregunta si él como mexicano tenía derecho de hablar y escribir sobre Colombia, lo cual no deja de generar curiosidad al haber sido un escritor que apropió de buena parte del territorio de la cultura hispánica.

Decide incursionar en la historia colombiana en uno de los hechos más controvertidos de las últimas décadas en el país, explorando cada uno de los aspectos de la biografía de Carlos Pizarro, uno de los jefes del movimiento guerrillero M-19, un personaje carismático, lleno de luces y de sombras. De ahí el título de la obra, un Aquiles que, como los protagonistas de los poemas homéricos, se siente llamado a pasar a la acción y acaba enfrentándose a un destino inexorable que le había estado esperando paciente.

A partir de la figura de Carlos Pizarro, su vida y su trágica muerte, Fuentes desarrolla la metáfora violenta y contundente de la sociedad colombiana de las últimas décadas.

Bogotá | Colprensa

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