Un panorama positivo presentó el reciente estudio hecho por la Cámara Colombiana del Libro sobre el sector editorial, con un crecimiento de 5,8 por ciento en 2016.
Además, dicho informe contiene cifras comparativas acerca del comportamiento del sector editorial entre los años 2012 y 2016, en el que se incluye un análisis del contexto económico y demográfico del país, la producción, circulación y comercialización del libro.
También se da a conocer la posición que ocupa el país en la región en cuanto a la exportación e importación de libros y otros temas coyunturales como las compras públicas y las acciones contra la piratería.
El informe expone las múltiples transformaciones que ha vivido el sector editorial en la última década, la desaceleración económica, la desaparición del mercado de las enciclopedias, la ausencia de compras públicas entre el 2008 y el 2011 y la caída de las exportaciones, como factores determinantes para entender el comportamiento del sector en estos últimos años.
Momentos de crisis son momentos de oportunidades y eso, según el informe, lo ha entendido bien la industria editorial colombiana.
El estudio arrojó como resultado que las ventas totales de libros tuvieron un crecimiento del 29% entre 2008 y 2016, en este último año alcanzaron los 696 mil millones de pesos.
Las ventas locales de edición nacional pasaron de 306 a 438 mil millones de pesos, es decir, tuvieron un aumento del 43% en nueve años.
Esto indica que las acciones de los actores de la cadena de producción y comercialización del libro a nivel local, permitieron amortiguar la fuerte caída de las exportaciones de libros, que han caído en nueve años, pasando de 83 a 47 millones de dólares.
Se registró un crecimiento porcentual anual del 7% en el periodo de 2000 y 2016, pasando de 6.465 títulos a 17.939 en este último año, es decir, alrededor de 50 títulos registrados diariamente.
La tirada promedio de títulos editados pasó de 4.863 en 2011 a 1.965 ejemplares por título en 2015, esto debido a la creciente segmentación del mercado de interés general, la crisis en el mercado de textos escolares y el impacto de las nuevas tecnologías.
Respecto a los canales de distribución, las librerías continúan siendo el principal canal de distribución, en 2015 representaron el 28% de las ventas.
Si se le adicionan las librerías propias la participación se incrementa a 39%.
