Bailes típicos, folclor nortesantandereano, ballet y danzas contemporáneas son solo algunas de las técnicas que durante más de tres años viene desarrollando la Corporación Tierra Barí en Cúcuta y sus municipios aledaños.
La escuela abrió sus puertas en 2016, con el objetivo de fortalecer y estimular en los más pequeños la formación y difusión del arte de la danza, con programas de promoción y sensibilización especialmente para las poblaciones víctimas del conflicto, violencia intrafamiliar y problemas de adicción.
Aunque no cuenta con una sede específica, posee el apoyo de diferentes empresas de Cúcuta, Los Patios y Pamplona, que le han abierto la mano brindando un espacio para desarrollar sus actividades y así cumplir con su misión de mejorar la calidad de vida de las comunidades con talleres artísticos que propician la cultura.
El representante legal y gerente de la corporación, Eduardo Trujillo, rescató la importancia que tiene expresarse por medio del baile y convertirlo en una herramienta de desarrollo social para la construcción de paz.
‘‘La danza es un medio con el que se puede sensibilizar, expresar y salir de la rutina diaria. Es la forma de mantener un legado y una tradición que se formó con nuestros ancestros y que se ha perdido con el tiempo’’, sostuvo Trujillo.
Formación
Durante el proceso formativo los alumnos adquieren conocimientos de expresión corporal junto a formación investigativa sobre temas acordes a las clases y tradiciones de su localidad.
Según Trujillo, gracias a estos procesos se pudo definir el nombre de Tierra barí como un homenaje a la raza indígena que habita en la zona del Catatumbo y que es tan representativa para el departamento, más que por los hechos violentos, por su riqueza natural, cultural y social.
Actualmente la Corporación Tierra Barí viene desarrollando dos proyectos apoyados por el Programa Nacional de Concertación del Ministerio de Cultura, procesos que ayudan a la preparación de formadores que a futuro replicarán su aprendizaje a otros sectores de los municipios.
‘‘Estamos preparando nuevas actividades para el próximo año y así poder seguir con nuestro proceso de formación en nuevos municipios como Toledo, Mutiscua, Silos y Bochalema, brindando a los asistentes nuevas experiencias sensoriales, que enriquecerán su acercamiento a la danza y a los diversos lenguajes del cuerpo’’.