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Astros impulsa el voleibol en Cúcuta

Desde hace un año el club ha venido trabajando con los niños, en aras de rescatar esta disciplina.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda que los niños y adolescentes entre los 5 y 17 años, como mínimo, deben hacer 60 minutos diarios de ejercicio o de actividad física.

Partiendo de ese concepto, el voleibol o cualquier otro deporte es una sana elección extracurricular, ideal para ser practicado por los niños desde temprana edad en la búsqueda de hábitos de vida saludable.

Gerson Galindo García y Sergio Alarcón, fundadores del club Astros, junto a otros seis exvoleibolistas, preocupados por el descuido en el que se encuentra esta actividad en todas las categorías, se propusieron montar la escuela de formación con el ánimo de renacer el balonvolea, como también se conoce.

La escuela comenzó a funcionar el año pasado en el polideportivo del barrio Ciudad Jardín con cuatro niños. Hoy cuenta con 30 voleibolistas desde los 5 a los 14 años, en las categorías alevines (5-7 años), benjamines (8-11 años) e infantiles (12-13 años).

“Desde que creamos el club en 2004, nos volvimos una familia y siempre hemos estado unidos”, dice Sergio Alarcón.

Cuenta que el voleibol fue un talismán que los unió y los hizo fuertes y que a pesar de sus actividades laborales no dejan de practicarlo.

En el grupo, todos son profesionales representaron a Norte de Santander en diversos torneos y ahora han querido transmitir sus conocimientos y experiencias a los nuevos talentos.

Por ello, los martes y jueves, de 6:30 de la tarde a 8:30 de la noche  y los sábados 2:30 a 4:30 de la tarde, se reúnen para dar clases donde los pequeñines se divierten acompañados de los padres de familia.

“La idea de la escuela nace por una necesidad que hay en el departamento de masificar este deporte, en Cúcuta. Decidimos fundar esta escuela para transmitirles nuestros conocimientos y enseñanzas que nos dejaron los instructores en los 12 o 13 años que llevamos como club de voleibol (afiliado a la Liga)”, explica Galindo.

Recuerda que todo surge después de un partido, cuando en el descanso tocaron el tema y, sin perder tiempo pusieron a rodar el balón.

Galindo declara que “lo más difícil de comenzar fue la inexperiencia de trabajar con niños, porque las ganas y la actitud siempre la hemos tenido, pero nunca habíamos trabajado con niños de 4, 5, 6 o 7 años, más cuando en esa edad son consentidos y tienen su temperamento, carácter y empezar a enseñarles el juego no fue fácil”, afirma el entrenador.

Los primeros en llegar fueron los hijos de sus familiares y a partir de ahí fueron llegando más y más, voleibolistas como Juan David Ibarra Zapata, estudiante de séptimo grado del colegio Londres Bilingüe, quien cierto día que pasaba por frente al polideportivo vio los entrenamientos y preguntó que qué tenía que hacer para estar en las prácticas y lo primero que le dijeron es que tuviera ganas.

Sin embargo, a Juan David lo impulsó algo más personal.

“En mi familia me molestaban mucho de que me estaba quedando chiquito y me dije que tenía que buscar otra alternativa para crecer y entonces me llamó la atención el voleibol y acá estoy”, manifiesta el jovencito.

Juan David considera que el voleibol además de ser un deporte “es una actividad para divertirse, que en el que se conjuga la adrenalina, la potencia habilidad, plasticidad y la destreza para ser más atleta en este deporte”.

Con el proyecto en marcha, Gerson y Sergio tenían sus reservas dado que llegaban muy pocos niños a entrenar, pero no desfallecieron.

“Inicialmente pensamos que íbamos a quedar con 12 niños en cada categoría, pero actualmente en una hay 17 y en otra 13, el grupo sigue creciendo, seguimos masificando y queremos volverlo una cultura, porque estamos quedados en el departamento”, señala Gerson Galindo.

(El profesor Bernel Montejo es el encargado del grupo de los más grandes.)

El proceso

Antes de cualquier cosa, a los niños se les llena una ficha técnica, con el permiso de los papás y una vez registrados viene la integración para que se familiaricen no solo con el entrenador sino con el balón, conozcan el deporte como un juego, que se diviertan antes de enseñarles los elementos básicos.

“Los vamos acercando a los más antiguos para que se adapten y les damos tiempo para que se familiaricen con el deporte. Luego vienen las actividades recreativas, jugar entre ellos, correr, lanzarse el balón unos con otros y a medida que van avanzando se les enseña cada una de las técnicas de cómo se juega el voleibol”.

Sostiene que se han mostrado sorprendidos con la facilidad como han aprendido y se han encariñado rápido con el deporte.

Beneficios del voleibol en los niños

Capacidad de combinar movimientos rápidos y de reacción. 

Adaptación a situaciones que se cambian continuamente. 

Habilidades motoras automatizadas (correr, saltar). 

Capacidad de equilibrio y control. 

Motivación a la integración, cooperación y al trabajo en equipo. 

Es un juego con alto contenido socializador. 

Genera resistencia física y concentración. 

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Omar Romero - Periodista de Deportes
Omar Romero Güiza
Sábado, 1 de Abril de 2017
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