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“Caterine se puede enfrentar a todo a lo que la enviemos”

Así habla el entrenador cubano de la mejor deportista del año.

Ya es colombiano y es más que un entrenador, representa la figura paterna que fue ausente en la infancia de la campeona mundial y olímpica, de la mejor atleta del mundo en la temporada 2018 según la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF).

La colombiana Caterine Ibargüen es quien es hoy gracias al cubano, nacionalizado colombiano el 29 de septiembre de 2016, Ubaldo Duany, quien la llamó y la convenció de dar un vuelco a su vida deportiva luego de las frustraciones de no clasificar a los Juegos Olímpicos de Pekín-2008 y tras quedar eliminada en las clasificaciones del Mundial de Berlín del 2009.

Allí, hace menos de 10 años, Ubaldo invitó a Caterine a cambiar por completo, a enfocarse solo en el triple salto, a vivir en Puerto Rico, a concentrarse en ser la mejor del mundo y no se equivocó, juntos han labrado la carrera deportiva de la mejor exponente del atletismo colombiano de la historia y la mejor del mundo en 2018.

Deportista del Año para El Espectador, para el Comité Olímpico Colombiano, para la Federación Colombiana de Atletismo y para Acord Colombia, Caterine cerró el 2018 como la temporada de más reconocimientos y siempre destacó la labor de su entrenador y ‘padre’, Ubaldo Duany, quien habló sobre este año y lo que viene, porque los sueños son Doha-2019, Lima-2019, Tokio-2020 y el récord mundial del triple salto.

¿Cuál es el sentimiento por acompañar a Caterine en todos sus reconocimientos?

Me siento muy contento y afortunado de estar acompañando a una atleta como Caterine Ibargüen, disciplinada, con mucha entrega, eso hace que nosotros los entrenadores nos sintamos bien, fortalecidos, porque nuestro trabajo se ve en la pista y se ve cada vez que entregamos una orientación y el atleta la absorbe para cumplirla a cabalidad.

¿Por qué apostó a dedicar su labor sólo con Caterine Ibargüen?

Lo que sucede en el caso de Caterine es que yo ya tenía trabajo en la mesa, aunque no había trabajado con ella, ya tenía trabajo hecho y sabía por dónde iba a ir con Caterine. Una vez que ella abrió todas las puertas para que yo pudiera trabajar, ya todo me fue muy fácil.

¿Cuáles son las principales virtudes que usted vio en Caterine?

Caterine es una atleta que es muy fuerte psicológicamente, mentalmente ella se puede enfrentar a cualquier cosa, a todo a lo que la enviemos desde el punto de vista deportivo, es una atleta extremadamente disciplinada y es una atleta que una vez uno le indica el trabajo, ya es casi imposible poderlo cambiar.

¿Por qué se decidieron por incluir el salto largo en este 2018?

Lo primero es que nosotros teníamos una deuda con Colombia, nosotros hicimos un escáner, miramos que necesitábamos más medallas para el atletismo colombiano y podíamos aportar más de una medalla y así lo hicimos.

¿Qué tanto lo entrenaron para llegar a la victoria?

No es un trabajo improvisado lo que hicimos con el salto largo, ya Caterine desde 2012 aparecía registrada en el grupo que iba a competir en el salto de longitud de los Juegos Olímpicos de Londres, pero tuvimos unos percances y yo como entrenador había guardado un poco ese trabajo en la maleta, traté de sacarlo en algún momento, pero siempre surgían percances, así que opté por prepararnos mejor para sacarlo este año y salvar la deuda de entregarle más de una medalla a Colombia, iniciando con los Juegos Centroamericanos y lo continuamos en la Liga Diamante, donde vimos que teníamos posibilidad.

¿Cuándo inician a preparar la temporada 2019?

Caterine está en periodo transitorio, son unas semanas de acondicionamiento que siempre realizamos, para en el mes de enero iniciar la preparación para el macrociclo de entrenamiento que nos llevará a afrontar tres competencias fundamentales que tenemos en el año, que son la Liga Diamante, los Juegos Panamericanos y el Campeonato del Mundo.

¿En 2019 sólo van a competir en salto triple?

Sí, esta temporada es un poco complicada para hacer ambas pruebas, pero vamos a buscar algunas opciones para no abandonarla y hacer en otras competencias el salto de longitud.

¿Y para los Juegos Olímpicos de Tokio es una alternativa?

La prueba de Caterine es el salto triple, nosotros hacemos el salto de longitud como un medio para prepararnos un poquito mejor para el salto triple, inclusive a veces lo hacemos cuando no tenemos competencia preparatoria, porque el atleta, para prepararse mentalmente, debe competir, entonces usamos algunos eventos de salto de longitud como preparación.

¿Qué le aporta el salto de longitud al salto triple?

El salto de longitud es la última parte del salto triple, es una prueba que aporta un poquito más de rapidez, de mucha más intensidad que el salto triple, por eso hay que planificarlo milimétricamente, para que no existan dificultades en los atletas.

¿En deportes de tiempo y marca como el atletismo, se estudia a los rivales?

No, nosotros nunca estudiamos a las rivales, nosotros hacemos nuestro trabajo, lo que planificamos. Así lo hemos hecho siempre y lo continuaremos haciendo.

Más allá de las competencias, el sueño de Caterine es el récord mundial, ¿cree que se puede lograr?

Sí, tenemos espacio, tenemos tela por donde cortar y este año todavía estoy trabajando sobre ese programa de entrenamiento y vamos a mirar las alternativas que existen para que ella pueda obtener lo que le falta, porque lo ha obtenido casi todo, faltan algunas cosas y trabajamos para lograrlas.

¿Con todo lo logrado junto a Caterine, ya se siente colombiano?

Sí, yo soy un colombiano más, que amo a Colombia, amo a este pueblo y amo a cada deportista que se levanta cada día a darlo todo por el país.

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Colprensa
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Viernes, 14 de Diciembre de 2018
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