En uno de los peores partidos en lo que va del año, Cúcuta Niza perdió este viernes en su casa del coliseo de la UFPS 4-5 ante Independiente Barranquilla en partido correspondiente por la sexta fecha de la Liga Argos Fútsal II, sumando la tercera derrota en el camopeonato.
Aunque el técnico de los locales Eduardo Arias se quejó del irregular arbitraje, reconoció que su equipo no jugó bien, pese a que mejoró algo en la segunda parte.
“Tuvimos un primer tiempo, horrible, pésimo y un segundo tiempo donde se mejora, los tuvimos ahí, pero no se pudo”.
Del rival, precisó que “el triunfo es merito de ellos, solo nos queda pasar la hoja y pensar en las tres fechas que nos quedan”.
Cúcuta Niza generó las primeras opciones de peligro, presagiando que el marcador se abriría pronto a favor de los locales, pero no fue así.
En error defensivo, al minuto seis, los barranquilleros fueron los que marcaron primero por intermedio de José Hernández.
Cúcuta Niza intentó reaccionar, pero la anotación le dio más ahínco a los curramberos que al minuto nueve aumentó la cuenta con el 0-2 parcial resultado que le daba cierta tranquilidad.
Groguis por el segundo tanto en contra, Cúcuta buscó de una y otra formar revertir el resultado, pero se atragantó de gol más de una vez y no superar la infranqueable barrera del Barranquilla.
En la segunda mitad, los locales salieron desanimados, con caras largas como sin deseos de afrontar el juego.
A los 33 minutos, los atlanticenses, convirtieron el tercero con Kevin Cabrera en un contragolpe y el desespero afloraba en Cúcuta Niza, hasta que Fabián Correa se encontró un espacio para anotar el descuento 1-3, poniéndole emociones al partido.
Sin embargo, Barranquilla, al minuto 37 hizo el cuarto con Brayan Guete y de inmediato Cúcuta Niza marcó el segundo por intermedio de Jesús Sandoval, para el 2-4.
Guete, en un letal contragolpe, puso finalmen el quinto para el conjunto barranquillero, a los 39 minutos del juego.
A minuto y medio de finalizar el partido, Johan Cáceres y Jason Rivera anotaron el tercero y el cuarto, pero igual el tiempo se había agotado.
