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El cucuteño que se hace un lugar en la gimnasia de Estados Unidos
Juan Manuel Corzo Camargo es entrenador de gimnasia de la selección del país norteamericano, en el que está radicado desde 2014.
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Martes, 20 de Octubre de 2020

Desde el 2014, Juan Manuel Corzo Camargo, un cucuteño entrenador de gimnasia, demuestra en Estados Unidos que Colombia es un país con un altísimo nivel en este deporte olímpico. 

Ese año llegó a tierras norteamericanas con la esperanza de poder encontrar una mejor calidad de vida y un espacio en el que valorara su trabajo. 

“Decido irme para Estados Unidos porque en Colombia, donde era entrenador de la Selección junto al profesor Jairo Ruíz, no había apoyo ni pago y yo no podía darme ese lujo pues ya tenía familia”, recordó Juan Manuel sobre las principales razones para emprender fuera de su tierra natal. 

Corzo fue un gimnasta profesional hasta finales del 2011, tiempo en el que decidió dar el salto como entrenador, por medio del experimentado Jairo Ruíz. Tras uno meses guiado por el que cataloga como un ‘segundo padre’ en Cúcuta, recibe la propuesta de ir a Boyacá donde fue entrenador jefe y departamento con el que pudo participar de los Juegos Nacionales del 2012. Allí apoyó a las categorías juveniles e infantiles.

Para 2013, Corzo retornaría a trabajar con Ruíz en la Selección con la que estuvo por más de un año cuando decidió irse. 

Ilusión de crecer

Con una maleta llena de ilusiones, el nortesantandereano partió para la Florida en octubre del 2014, donde le esperaba James Brochero, otro gimnasta colombiano con quien emprendió la aventura en Houston, Texas. 

Probó suerte una semana trabajando como constructor pero se dio cuenta que no era su rublo pues cuenta que era muy malo para ello. 

Tras ello, conoció al entrenador de gimnasia Julián Gómez, también colombiano, quien le ayudó a presentarse en el gimnasio Discovery Gymnastics, sitio en el que trabaja hasta la fecha. 

“Tuve que cuidar a los gimnastas y los elementos de dificultad. Creo que el saber de técnica, cuidar muy bien y por esa seguridad, fui subiendo peldaño a peldaño”, afirmó contando que aún sigue  trabajando con gimnastas de diferentes niveles.

En medio de ese trabajo conoció a Sophie Butler, una deportista que en el día a día demostraba que tenía un gran nivel y que prometía para integrar la Selección de Estados Unidos. A razón de esto, Corzo empezó a ser entrenador de ella desde finales del 2015, dos años antes de que fuera llamada a la selección juvenil, y por consecuente se convirtió en entrenador nacional. 

“Mi gimnasta hace parte del equipo nacional desde hace tres años. En representación de Estados Unidos ya compitió en Italia.  A principios de este año fuimos a un campamento nacional donde fue elegida para competir en Canadá e Italia con el equipo Senior pero no fue posible por la pandemia”, dijo. 

Butler tiene 16 años y según Corzo es una deportista que trabaja con pasión. 

“Sophie es una deportistas con una pasión grande. Trabaja con corazón. Todo lo que le exijo, lo cumple a cabalidad. Me siento tranquilo porque cada vez que le subo la carga, cumple”, describió el cucuteño. 

Los Olímpicos, el gran sueño

Actualmente, el entrenador se prepara junto a la deportista para un torneo amistoso que se disputará en Japón a partir del 3 noviembre. 

“Será la primera participación en la categoría Senior. Al recibir la llamada del Seleccionador jefe donde se nos informaba que viajaríamos a ese evento, la alegría fue inmensa. Fue como una medicina o vitamina de ánimo. Desde hace cinco semanas nos centramos más en el entrenamiento con mayor disciplina y más fuerte. Ya tenemos esquemas y elementos”, contó Corzo quien se ha capacitado con la Federación Internacional de Gimnasia y en los diferentes campamentos nacionales en EE.UU. 

Al consultar sobre la afectación por la pandemia, confesó que fue grande. 

“Cuando inicio la pandemia paramos por dos meses. Entrenábamos desde casa por FaceTime o Zoom pura preparación física pero igual se perdió mucho. Cuando volvimos al gimnasio fue todo muy despacio y desalentador en referencia a no poder representar el país en los torneos de Canadá e Italia”. 

Pero toda esta preparación y competencias van enfocadas y direccionadas a llegar en buen nivel a las clasificatorias a los Juegos Olímpicos, que se logran en un torneo nacional que se disputará en marzo. 

“La verdad tenemos un 70% de probabilidad de asistir. Siempre se tiene la esperanza. Hay gimnastas de demasiado nivel pero me puedo dar el lujo de decir que ella está muy bien calificada. Pelea con las mejoras, nunca se deja bajar por el nivel de los otros. Por supuesto que hay que mejorar unas cosas, tenemos hasta marzo”, aseguró Corzo sobre las opciones de lograr una clasificación. 

Radicado en EE. UU.

“Desde siempre me gustó la cultura americana y las oportunidades de vida que brinda este país. Siendo honesto volvería a Colombia solo de vacaciones pues ya tengo una vida con mi esposa Viviana Corzo. Aquí hice las inversiones de mi vida, me hice acá. Este país me abrió las manos, es mi segundo hogar y me ayuda a progresar como persona, padre y entrenador”, confesó el exgimnasta.

Viviana fue pieza clave para que Juan Manuel llegara al lugar en el que está. 

“Mi esposa me ayudó mucho con el idioma. Me acompañaba en cada curso que tenía y me enseñaba palabra por palabra. Fue mi apoyo incondicional”, dijo sobre Viviana quien fue entrenadora en Discovery Gymnastics, sitio en el que se conocieron. 

“Ella es de padres colombianos y habla muy bien los dos idiomas. Me ayudó mucho. Viviana  junto a la directora del gimnasio, fueron las que me evaluaron para entrar y evidenciaron que en Colombia tiene nivel de un país potencia”.  

Desde niño entregado a la gimnasia 

Juan Manuel inició en el mundo de la gimnasia a los seis años, cuando su madre decidió incluirlo en un deporte. 

“Me gustaba mucho hacer medialunas y rondadas. Por eso mi madre me llevó al  Inem, lugar en el que entrenaban gimnasia. Fui un sábado y estaba el profesor Jairo quien me dijo que si era capaz de abrirme de piernas, podía quedarme. Casi lloro pero lo hice. Desde ahí fui cansón y crecí en el deporte. Le agradezco al profe Jairo porque de él aprendí la responsabilidad, consistencia y disciplina del día a día”.

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