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Deporte paralímpico, oportunidad para volver a vivir

Colombia es el segundo país del mundo que más ha crecido en esta modalidad. En la última participación ganó 17 medallas.

Llevaba diez años en el deporte cuando recibí mi primer salario. Fue una motivación única para seguir abriendo el camino y ahora le digo a las personas con discapacidad que el deporte es la mejor oportunidad que pueden tener”, dice Moisés Fuentes, medallista olímpico.

Con 45 años, Fuentes sigue vigente en la piscina, acabó de ganar la medalla de oro en los 100 metros pecho en los Abiertos Nacionales de Medellín, cuando viene de una lesión muscular en su brazo derecho y ahora es uno de los principales motivadores del sistema paralímpico en Colombia. Es un referente.

Todos lo conocen, todos se acercan a él para un foto. Es como Mariana Pajón o Nairo Quintana, porque fue uno de los encargados de abrir el camino, de mostrar que el deporte es un estilo de vida único para las personas que adquieren o nacen con una discapacidad física. En la delegación de Santander, todos se le acercan para contarle cómo les fue.

“El deporte es la oportunidad y el medio para construir una sociedad justa, equitativa, con mentalidad ganadora, espíritu competitivo, porque el deporte nos permite transformar vidas y eso es lo que ha pasado en mi vida, fue un momento en el que el deporte me rescató de un momento difícil y me llevó por un proceso de asimilación, aceptación y, sobre todo, de superación, frente a los demás y ante nosotros mismos”, asegura Moisés, quien cuando tenía 17 años fue víctima, junto a su hermano, de un atentado por parte de grupos al margen de la ley.

Para Ricardo Hernández, psicólogo de la UPB y vinculado con el deporte paralímpico, “el deporte ha sido vital en estas vidas, ha sido una herramienta de transformación social y para volver a elaborar un proyecto de vida, porque antes del deporte ellos siempre manifiestan que la vida no tenía sentido, pero por medio del deporte obtienen toda la rehabilitación y empiezan a ver un nuevo horizonte”.

Es el caso de Virgelina Contreras Maldonado, una samaria que con 33 años encontró en la piscina una nueva ilusión, no solo para ella, también para su esposo Manuel Beltrán, su hijo Víctor Manuel y su familia, a quienes les dedicó la medalla de bronce en los 50 metros libres S1-S3 que ganó en Medellín.

“Tener una medalla de bronce es un orgullo, porque el deporte me lleva a soñar, a tener nuevas expectativas, con la motivación de Dios, mi hijo, mi esposo y mi familia, a quienes quiero mucho y por quienes volví a entrenar y competir, pues hace más de un año no lo hacía y necesitaba volver”, reconoce Virgelina.

Por su parte  Fuentes explica que “cuando una persona está en condición de discapacidad, no solamente sufre quien la vive, sino todo su entorno, porque se cambia la forma de ser, de vivir, de reaccionar, pues posiblemente la chispa de alegría, de proyectos, quedaron frustrados, entonces no es solo la mentalidad del individuo, sino de todo su entorno para que vuelve a ser parte activo de la sociedad, algo que lo hace el deporte, ya que hoy el deporte es la oportunidad más grande que cualquier persona en condición de discapacidad puede tener”.

(Nelson Crispín y Carlos Serrano, nadadores, hacen parte de los deportistas que dieron medallas a Colombia en Río-2016.)

El alto rendimiento

Cuando la persona logra superar mentalmente su condición y llega al deporte, el camino al alto rendimiento es como en el sistema convencional, a base de esfuerzo, disciplina y mucha más condiciones, por eso en el ambiente paralímpico siempre se escucha que no es deporte con discapacidad, sino deportistas con mayor capacidad.

“El deporte, más que una pasión o una emoción, para nosotros es una oportunidad de crecer, de ser mejores y se convierte en un proyecto de vida, porque quienes avanzamos en el deporte con disciplina, perseverancia y constancia nos lleva a tener la calidad de vida que queremos tener, es una profesión como cualquiera, que aporta algo adicional, la inspiración a muchas personas”, manifiesta el vallecaucano Francisco Sanclemente, especialista en paracycling y quien busca la marca mínima para el maratón de los Juegos Olímpicos Tokio-2020.

Poco a poco el alto rendimiento en el sistema paralímpico se ha ido consolidando, de la mano de pioneros como el nadador Moisés Fuentes y el atleta Elkin Serna, los medallistas olímpicos de Pekín-2008 y Londres-2012, quienes inspiraron para que ahora la competitividad lleve a Colombia a tener 17 medallas de los Juegos Olímpicos de Río-2016.

Deficiencia en recursos 

Sin embargo, el deporte paralímpico en Colombia vive la misma constante del resto del mundo, en el que la inversión económica siempre es inferior con respecto al deporte convencional, por ejemplo, para este 2019 el presupuesto que Coldeportes aprobó al Comité Olímpico Colombiano ascendió a 21.000 millones de pesos, frente a 4000 millones de pesos que recibió el Comité Paralímpico Colombiano.

En la actualidad, el presupuesto del Comité Paralímpico Colombiano solo le permite llevar a eventos del ciclo olímpico a los deportistas que potencialmente pueden subir al podio, porque si quisieran llevar a todos los que logran marcas mínimas, para ir a competir por estar en un top10 o más arriba, no tendría la capacidad presupuestal para hacerlo.

Así es el camino que ha transitado el deportista paralímpico en Colombia, con esfuerzo y dedicación, como cualquier deportista convencional, para llegar al alto rendimiento, en el que por ahora son pocos los que pueden decir que viven del deporte, pero que le abren el camino a quienes hoy todavía deben depender económicamente de sus familias, mientras llegan a cumplir el sueño de referentes como Moisés Fuentes, Francisco Sanclemente, Carlos Daniel Serrano, Diego Dueñas o Elkin Serna.

En Colombia

El crecimiento del deporte paralímpico en Colombia ha sido grande en los últimos años, de hecho, pasar de dos medallas en los Juegos Paralímpicos de Londres-2012 a 17 en Río-2016, ubicó a nuestro país como el segundo de mayor evolución en el mundo, solo detrás de Afganistán. En diplomas paralímpicos, que se entregan a los ocho primeros de cada prueba, Colombia pasó de 24 a 55, con 39 atletas en competencia en Río, frente a los 37 que asistieron a Londres.

“Es muy significativo ver cómo hoy tenemos unas condiciones excepcionales, a través de Coldeportes Nacional, de los institutos departamentales y ver que hoy la gente ya conoce más del deporte paralímpico, las universidades se interesan y eso ha sido el resultado de un trabajo de quienes le hemos puesto el pecho a la brisa y hoy podemos tener resultados para mostrar y empoderar a muchas más personas”, dijo Moisés Fuentes.

Al llegar al alto rendimiento, los medallistas paralímpicos y mundiales hoy reciben las mismas condiciones económicas que los convencionales, que según el Plan Deportista Apoyado de Coldeportes, hoy hay 398 deportistas del sistema olímpico y 74 del sistema paralímpico, una motivación extra que le permite a ellos saber que pueden vivir del deporte.

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Colprensa
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Sábado, 11 de Mayo de 2019
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