Egan Bernal recuerda el 2018 como un año supremamente importante para su carrera, que ya no es la de una promesa, sino la de una realidad del ciclismo colombiano y el circuito mundial. 

Y es que el año pasado consiguió el primer gran título de su carrera en el Tour de California, donde además triunfó en dos etapas. 

Además, se impuso en la primera edición del Tour Colombia, prueba 2.1. y en el campeonato nacional de contrarreloj.

No obstante, su principal golpe en la mesa llegó en su primer Tour de Francia, donde fue el principal escudero de Geraint Thomas, campeón de la ronda francesa y a Chris Froome, quién fue tercero.

Fue precisamente de Froome, de 33 años y cuatro veces campeón de la competencia más importante del ciclismo de ruta mundial, de quien Egan dijo haber aprendido en mayor cantidad. 

“Me sentaba junto a él en el bus y detallaba lo que hacía, desde cómo tomaba notas en el papel hasta cómo hablaba en las reuniones en el autobús”, contó.

Añadió que “también aprendí mucho de él en las circunstancias de carrera, porque casi siempre estuve con él y detrás de él en el pelotón. Fue una experiencia muy buena”.

Aunque su temporada no concluyó de la mejor manera después de la grave caída en la Clásica de San Sebastián (España), que lo obligó a someterse a varias cirugías en el rostro, esto no impidió que se consolidara como la gran revelación del ciclismo mundial.

De hecho, a fines del año pasado apareció en el primer puesto sub-23 de la Unión Ciclística Internacional.

Este zipaquireño, que recientemente fue confirmado por su equipo, el Sky, como el ‘capo’ para el próximo Giro de Italia, se muestra satisfecho por lo logrado en su frenética carrera. 

Bernal es consciente que no puede apresurarse y que solo el tiempo sobre los pedales dirá para qué está en la temporada venidera. 

No es el único colombiano en Sky también están allí el antioqueño Sebastián Henao y el cundinamarqués Iván Sosa.

“Eso muestra que los equipos están cada vez más interesados en nosotros porque somos corredores que mostramos una muy buena regularidad y eso los equipos les gusta muchísimo”, dijo. 

“El Giro es una carrera que me gusta. Conozco las carreteras y quiero hacer una buena carrera”, aseguró el colombiano.

A Bernal, no le espera una ronda italiana fácil, pues las siete llegadas en ascenso (cinco de ellas de alta montaña, su especialidad), podrían contrarrestarse con las tres pruebas en contra del reloj, que suman 57,8 kilómetros, incluyendo una en modalidad escalada.