Colombia tiene una ubicación geográfica privilegiada, que hace que los servicios de transporte aéreo tengan interés en el país, ya que se puede generar tráfico a Suramérica, Centroamérica y Estados Unidos. Además, por el tamaño de la población, el potencial de demanda es mayor que en otros países de la región.
Con estas características, se esperaría que el país fuera el centro de operaciones de varias aerolíneas, pero este no es el caso, ya que en Colombia se le imponen muchas cargas tributarias al servicio, que desestimulan la demanda.
De hecho, el país ocupa el tercer lugar en la región en mayores cargas e impuestos para este rubro, pues existen 14 impuestos, tasas y contribuciones aplicables en la venta y prestación de servicios aéreos y aeroportuarios.
“En el tiquete se cobran los impuestos de turismo, que es de 15 dólares y se le cobra a los pasajeros extranjeros que ingresan al país; el de salida, que se le cobra a los nacionales cuando viajan al extranjero y es de 38 dólares; el del aeropuerto, y el IVA, que es de 19%”, explicó un vocero de la Asociación del Transporte Aéreo en Colombia (Atac).
En el caso del IVA, Argentina y México también lo cobran, pero en el primero es de 10,5%y en el segundo es de 4%. En cambio, hay países como Perú, Costa Rica, Bahamas y Chile, que no cobran este tributo en los tiquetes.
Por otro lado, entre las cargas tributarias que se le imponen a las aerolíneas, pero que al final se le trasladan al pasajero en forma de tarifa, están el ICA, tasa de vigilancia, impuesto de renta, el 4×1.000 e impuesto a la nómina y contribución parafiscal del impuesto al turismo.
“Las aerolíneas tienen un doble costo en la tasa de vigilancia, pues se cobra una vez para la Aerocivil, que hace una vigilancia integral, operacional y societaria, y se cobra una segunda vez para la Superintendencia de Puertos y Transporte, que hace una vigilancia societaria”, señaló el vocero de Atac, a lo que agregó que se ha buscado eliminar la de la Supertransporte.
Vale la pena mencionar que en un estudio que hizo Iata Economics, se estimó que un incremento de 8.000 pesos en el costo de los tiquetes aéreos nacionales, equivaldría a una subida de 1,8% en el costo total al pasajero, lo que representaría una reducción en la demanda de 766.000 pasajeros al año.
Por otro lado, para María Lara, directora de asuntos corporativos de Latam Colombia, otro aspecto que reduce la competitividad de una terminal es la congestión, que aumenta los tiempos en las plataformas.
“El Dorado tiene una muy buena terminal, pero tiene que solucionar en el corto plazo el problema de congestión”, expresó, añadiendo que por esto las aerolíneas están abriendo nuevas rutas en ciudades intermedias.
Una ciudad con potencial para ser un centro regional es Cali, ya que es de los aeropuertos que menos cierra por meteorología, lo que es un incentivo por su eficiencia.
Cúcuta: pocas aerolíneas y tiquetes costosos
Desde el aeropuerto internacional Camilo Daza operan tres aerolíneas: Easy Fly, Avianca y Latam.
Las rutas son Bogotá, Medellín, Bucaramanga, Arauca y Tibú (este último en un chárter).
En total se hacen 32 operaciones diarias, de las cuales 16 son vuelos saliendo del aeropuerto internacional Camilo Daza.
Cúcuta no está incluida dentro de los vuelos promocionales a precios especiales que la aerolínea Avianca sí oferta para el resto de destinos nacionales.
El compromiso de la aerolínea, explicó Carlos Luna, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Cúcuta, fue empezar a trabajar para lograr sillas más económicas hacia Cúcuta y la inclusión del destino dentro de los planes promocionales de Avianca en el país.
Este “es un tema de números de las aerolíneas. La verdad es que hay que hacer gestión para generar incentivos que permitan la llegada de nuevas aerolíneas, así como un trabajo de promoción de Cúcuta como destino, con Cotelco y Anato”, dijo Luna, al ser consultado sobre los precios.
Por su parte, Avianca indicó que ante la percepción de los gremios sobre una aparente educción de las sillas disponibles, debido al aumento de viajeros procedentes desde Venezuela, “les solicitamos un estudio formal que nos indique en cifras la afectación y con ello nosotros podremos hacer un estudio y evaluar la posibilidad de aumentar la capacidad”.
