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Aguacate y banano venezolano invaden las calles de Cúcuta

La mayoría de vendedores recorren los barrios más cercanos a la frontera para ofrecer los productos casa a casa.

La proliferación de vendedores ambulantes procedentes de Venezuela tienen en jaque a las tiendas de barrio por el bajo precio de los prodcutos que ofrecen puerta a puerta y en las vías principales de Cúcuta.

El tendero Jorge Rodríguez asegura que las ventas en su negocio cayeron a la mitad, por lo que ha tenido que recortar sus pedidos para abastecer sus estantes, con el agravante de que muchos de los productos se le están venciendo.

La diferencia de precio es grande. La mantequilla de 500 gramos que en las tiendas cuesta 6.000 pesos, los venezolanos la venden en 3.000 pesos. Lo mismo ocurre con el banano. Uno solo vale 500 pesos mientras que en la calle o puerta-puerta, el racimo se consigue a 2.000 pesos. 

Además de los tenderos, los vendedores de aguacates en carretas también se están viendo afectados por esta situación, pues ya no venden lo mimso que antes. El fruto venezolano se ha tomado las calles y se ofrece muy por debajo del precio del kilo, que es de 2.745 pesos en promedio, según el Sistema de información de precios del sector agropecuario.

Los aguacates se venden a 1.000 pesos por las calles de Cúcuta.

Un kilo de aguacate comprado en Venezuela vale 2.000 bolívares, que al cambio son 200 pesos y cada uno se está vendiendo en 1.000 pesos, y son más grandes. 

A diario cientos de venezolanos con productos para vender casa a casa o por las principales calles de la ciudad, llegan a Cúcuta depués de atravesar los puentes internacionales Simón Bolívar (La Parada) y Francisco de Paula Santander (El Escobal).

Unos vienen a probar suerte, pero acaban el día sin más de dos productos vendidos pues es tanta la competencia que el negocio no les da.

Tal es el caso de Saúl Vargas y sus tres hijos de 28, 13 y 9 años, que llegaron hace cuatro días con la esperanza de vender 200 canastos, sombreros y totumas en las calles de Cúcuta. Sin embargo, no logran vender más de 10 artículos.

Al Escobal, donde se concentran los venezolanos, también llegó Milena Rojas, una joven que por primera vez vende aguas saborizadas a 100 pesos.

Hasta cepillos limpia telarañas, escobas, recogedores y traperos traen estos vendedores improvisados, pues ya no saben con qué otros artículos pueden conseguir el sustento diario.

Aunque algunos traen artesanías fabricadas por ellos mismos, la gran mayoría lleva meses transportando alimentos como atunes, mayonesa, aguacates, bananos y otras frutas que salen a vender por los barrios más cercanos a la frontera o por las calles de Cúcuta.

Los que tienen más afán, a las 9 de la mañana ya están ofreciendo sus productos por la ciudad, como Pedro Valero, que desde hace dos meses recorre San Mateo y San Luis para vender bananos y aguacates que compra en Ureña. 

No obstante, aseguró que no ha vuelto a traer aguacate porque está escaso ya que cada vez son más las personas que quieren entrar a este negocio.

En barrios como Prados del Este, cercano a la frontera, es común ver hasta diez vendedores venezolanos que van de puerta en puerta puerta ofreciendo sus productos.

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Jueves, 9 de Noviembre de 2017
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