En una carta dirigida al representante a la Cámara Víctor Manuel Ortiz, Juan José Echavarría, gerente General del Banco de la República habló sobre los impactos negativos que puede tener el salario mínimo en materia de puestos de trabajo, formalidad y flexibilidad laboral.
El documento, en el que Echavarría hizo la salvedad de que “las opiniones de los investigadores no representan la posición de la Junta Directiva del Banco de la República”, sostiene que los “aumentos del salario mínimo (SM) disminuyen la creación y aumentan la destrucción de empleo formal. Para el promedio de las empresas, un aumento de 1% en el costo de la nómina por cuenta del incremento del salario mínimo podría destruir 18.000 puestos de trabajo formales en tres meses”.
Así mismo, en la misiva se expresa que con un salario mínimo más alto se incrementa la informalidad y se disminuye la calidad del empleo. Tras los cálculos elaborados por el grupo de investigadores del Banco sobre temas laborales, se estima que podría darse un incremento de 21.500 empleos informales.
La tercera preocupación que ilustra el documento es que el salario mínimo disminuye la flexibilidad de los salarios a su vez que afecta la probabilidad de contratación de los trabajadores con grados de educación más inferiores, así como también a los más jóvenes, “especialmente en períodos, como el actual, de una relativa desaceleración económica”.
Finalmente, el documento señaló que las empresas que sentirían los mayores impactos serían las pequeñas y medianas.
Bruce Mac Master, presidente de la Andi , explicó que la propuesta tendría inmensos efectos en la productividad y competitividad del país.
*Resumen de Agencias