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Buscan ‘multiplicar’ los peces en los ríos Zulia y Peralonso

Un piscicultor inició la cría de varias especies de peces nativas hace 18 años en San Cayetano.

Javier Piffano no tiene poderes sobrenaturales ni milagrosos. Es un nortesantandereano común que confió en la ciencia para lograr ‘multiplicar’ los peces en los ríos de su región.

Este piscicultor inició la cría de varias especies de peces nativas hace 18 años en San Cayetano. Desde hace dos años Piffano creó la empresa Acicultura Nororiente SAS, la cual busca hacer un repoblamiento del bocachico en los ríos Zulia y Peralonso.

Su idea nació cuando al llegar a San Cayetano observó un aumento considerable de familias dedicadas a la pesca, acompañado de una reducción de especies en el río.

Hace más de 10 años en las aguas que rodean San Cayetano se veían bocachicos, capitanejos, diferentes especies, que prácticamente han desaparecido en esa zona.

En 2013, Piffano participó de un congreso de especies nativas en Villavicencio, capital del Meta, un evento con expertos latinoamericanos enfocado hacia la reproducción y estudio de estas especies.

Durante las jornadas académicas conoció a Juan Carlos Narváez, quien para la fecha era el director del laboratorio de biología molecular de la Universidad de Magdalena y desarrollaba un proyecto con Colciencias para caracterizar genéticamente los bocachicos de Colombia.

La investigación buscaba resolver las preguntas ¿Para qué conservar? y ¿Qué queremos conservar?, por lo cual se analizaron procesos de repoblamiento y las razones de casos en los que se había fracasado en este intento.

Una de las razones que se identificaron es que los bocachicos son especies que están en la base de la cadena alimenticia y por eso son tan importantes en el río. 

“Si hay una población sana de bocachicos, el resto de la cadena alimenticia será una población saludable porque tendrán cómo alimentarse, si desaparece el bocachico habrá falta de alimento para las especies que dependen de él”, indicó Piffano.

Los investigadores se preguntaron entonces por qué después de 20 años los programas de repoblamiento no estaban siendo efectivos ni habían cambiado la tendencia de desaparición de esta especie. “En ese momento las estadísticas decían que se manejaban 27.000 toneladas en 1995 y bajó a 6.000 toneladas en 2008”, explicó el piscicultor.

En 2015, Narváez aseguró para el diario Vanguardia Liberal que el bocachico estaba en la lista roja de peces de agua dulce amenazados en Colombia.

El biólogo dijo que son muchos los factores que han incidido en la reducción de este pez como la sobrepesca, la contaminación de las aguas, la degradación del hábitat, la reducción de las ciénagas, la contaminación de las aguas a través de las actividades mineras y la construcción de represas que interrumpen su proceso migratorio.

 

 

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Comienzo del proyecto

“Vamos a hacer algo por el río, no solamente es reproducir los peces y venderlos sino beneficiar al medio ambiente con esta actividad”, señaló Piffano.

El piscicultor suscribió un convenio con investigadores de la Universidad de Magdalena quienes necesitaban caracterizar a las especies de bocachico de la cuenca del Catatumbo en Norte de Santander.

“Les dimos la logística necesaria para que los técnicos vinieran a tomar muestras de ADN en diferentes puntos del municipio (San Cayetano). Ellos caracterizaron genéticamente a los reproductores con el objetivo de crear un plantel con la capacidad de repoblar la zona”, explicó el piscicultor.

Las especies de cinco microcuencas fueron caracterizadas, con las cuales el piscicultor inició el proyecto de repoblamiento y se formalizó en la actividad hace dos años, con los permisos respectivos de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap). 

La formalización sirvió para que pudieran ofertar los alevinos, “no era solamente reproducirlos sino obtener los permisos respectivos para comercializarlos”, manifestó Piffano.

En diciembre de 2017, la Aunap sacó una resolución que estableció nuevas reglas para el repoblamiento de peces en Colombia, y definió nuevos compromisos para los productores privados.

Por esa razón, Piffano contactó a la Fundación para el Desarrollo del Oriente Colombiano (Fudoc) quienes aportaron los recursos para hacer un repoblamiento de 60.000 bocachicos en 2017, pero el proyecto no se ha desarrollado.

“Estamos recogiendo requisitos para ejecutar la nueva resolución. Mientras esto sucede, estamos desarrollando una campaña de sensibilización sobre la especie, a cada grupo que viene a almorzar o a hacer visitas técnicas, donde los invitamos a conocer el proceso del repoblamiento”, indicó Piffano.

En canoa

Las especies que se han criado en la finca del restaurante Los Tanques han sido llevadas al río a través de canoas. 

Así lo aseguró el piscicultor, quien agregó que otro de los proyectos que tiene en mente es ofrecer el canotaje como práctica de turismo de aventura en el municipio.

Piffano explicó que el proceso de repoblamiento no se hace en el cauce principal del río, sino que se hace en los humedales, zonas que cuando el río se desborda en invierno se mantienen inundadas hasta el próximo invierno. 

“En ese lugar, los peces pasan desde su nacimiento hasta su maduración sexual. Tenemos que recuperar las zonas de maternidad, donde los peces se desarrollan. El problema no solo es el exceso de pesca y la contaminación, sino que la agricultura se ha expandido más allá de los límites naturales y eso ha afectado a los humedales”, enfatizó el piscicultor.

Con el cambio que se dio en el municipio, en que las tierras que antes eran usadas para la ganadería se convirtieron en cultivos de arroz, se han secado los humedales para ampliar las áreas de cultivo, dejando sin estos espacios a los peces.

“Hemos identificado cuatro humedales que aún existen y estamos haciendo repoblamientos en ellos”, agregó Piffano.

En total, el piscicultor y su grupo de trabajo han criado 60.000 alevines de los cuales el 1 %, equivalente a 600 peces, han madurado sexualmente para vivir en los cauces de los ríos. Piffano destacó que esos 600 ejemplares, al reproducirse, pueden convertirse entre 100.000 y 150.000 peces.

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Daniel Villán Bustamante
Miércoles, 14 de Noviembre de 2018
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