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Economía
Conozca el debate económico al fracking
De acuerdo con el informe, el proceso se debe desarrollar teniendo en cuenta dos coyunturas financieras.
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Colprensa
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Lunes, 8 de Abril de 2019

Con la entrega del documento final de la Comisión de Expertos sobre lo que se debe tener en cuenta para un uso responsable de yacimientos no convencionales (fracking) en la exploración de crudo y gas en Colombia, se abrió el debate de cuáles pueden llegar a ser los beneficios económicos de la puesta en marcha de esta práctica en Colombia.

De acuerdo con el décimo punto del informe, el debate se debe desarrollar teniendo en cuenta dos coyunturas financieras: de un lado, la recuperación de los precios del barril de petróleo, fenómeno que viene dándose desde el año pasado; de otro, el riesgo que enfrenta el país ante una posible crisis de reservas petroleras, lo que supondría un vuelco sobre los ingresos de los que depende el país.

En este punto vale la pena recordar que, de acuerdo con las cifras del más reciente Marco Fiscal de Mediano Plazo, la producción de petróleo pasaría de niveles de 854.000 de barriles por día en 2017 a 610.000 en 2029; es decir, una reducción de 30 % en un horizonte de diez años. En 2013, la producción rondó el millón de barriles diarios.

Francisco Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo, había dicho, el pasado 22 de febrero, que la entrada en marcha del fracking en Colombia urgía en la medida en que las reservas probadas darían para máximo de seis años más de comercialización del material.

“Estamos a 5 o 6 años de quedarnos sin reservas probadas de petróleo, y un número de años similar en materia de gas. Si no incorporamos nuevos barriles a la reserva de petróleo vamos a terminar importando. La mejor solución a corto plazo es el desarrollo de los yacimientos no convencionales”.

Lo cierto es que ese impacto sería preocupante para el país en la medida en que es fuente principal de los recursos económicos estatales. Sólo para tener una referencia, las exportaciones a febrero fueron empujadas por las actividades relacionadas a combustibles. De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) por ese concepto el país recibió 3.390 millones de dólares, de los 6.250,8 millones; es decir, el 54,2 % del total.

Impacto en las cuentas

El documento detalla algunas de las cifras más relevantes en torno al beneficio económico que se sustrae del fracking. Sólo en la etapa de desarrollo en el valle Medio del Magdalena, la explotación podría aportar US$34.300 millones al PIB, cifra que equivale a aproximadamente el 10 % del PIB de 2017 y 35.000 empleos (directos, indirectos e inducidos) al año durante 30 años.

Sobre los recursos que pueden generar este tipo de actividades, la Comisión pide “proteger estos mecanismos de ahorro macroeconómico a futuro y que haya una limitación del uso de las regalías únicamente para proyectos de inversión, ojalá de alcance e impacto regional a nivel de las zonas petroleras”.

El documento recalca en la importancia de que las empresas que se beneficiarán con un posible uso de esa técnica retribuyan ese beneficio económico a las zonas que sirven como fuente de explotación.

“Recomendamos estudiar la posibilidad de que las empresas petroleras compartan utilidades con las comunidades en las áreas de influencia de la exploración y explotación de yacimientos no convencionales y los mecanismos para llevar esto a cabo. Este mecanismo no debe ser concebido como una mera compensación para facilitar la aprobación de la comunidad a los proyectos, sino como un verdadero mecanismo de diálogo y construcción de confianza”.

En este punto la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) había hecho un llamado de atención sobre lo que urge priorizar, antes de poner en marcha cualquier plan. “Los altos costos y riegos de la perforación horizontal desincentivaban a las empresas a invertir en estas tecnologías. Las empresas privadas necesitaban reducir el riesgo al que se enfrentaban antes de tomar las decisiones de inversión. Más aun, la falta de conocimiento de la geología y otras características de los yacimientos”.

Las ventas externas

En un escenario moderado de utilización de métodos no convencionales, según los expertos, y con la senda de precios del Marco Fiscal de Mediano Plazo, el impacto en las cuentas externas, medido como el efecto en términos del balance de la cuenta corriente, estaría entre 0,2 % y 0,6 % del PIB.

Hablando de diversificación de la oferta exportadora, el hecho de centrar esfuerzos para una actividad económica que si bien es sustento financiero para el país, hace que Colombia se mantenga en una suerte de dependencia sobre las materias primas y no se preocupe por fortalecer nuevos bienes y servicios, sobre ese punto del informe se refiere Giovanni Reyes, experto en comercio internacional de la Universidad del Rosario.

“Cada descenso en las ventas internacionales de actividades asociadas al petróleo es un llamado de atención sobre lo que debe hacer el país para diversificar la oferta y hacer que la materia prima que tenemos se transforme y genere productos de valor agregado. De lo contrario, y por ser un mercado volátil, el riesgo financiero para el país es grande”, puntualizó Mesa.

La Comisión recuerda aquellos ejemplos internacionales exitosos y sobre los que Colombia también podría sacar provecho. En Estados Unidos el gas extraído con fracking ha generado condiciones competitivas para reemplazar carbón por gas para la generación de energía eléctrica”, situación que también explica el porqué esa nación pasó a ser autosuficiente en algunas materias primas y le permitió abrir una nueva oferta exportable.

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