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Cultivo de cebada, un mercado sin explorar en la región

En Norte de Santander existen nueve empresas de cerveza artesanal.

A pesar del auge que en los últimos años ha tomado la industria de la cerveza artesanal en Norte de Santander y gran parte de Colombia, el cultivo de cebada sigue siendo un mercado sin explorar.

Según estimaciones del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el 95% de la producción del grano está dedicada a la industria maltera; sin embargo, por razones asociadas al clima y mayores importaciones, el sector ha cedido terreno.

Por eso, los negocios que giran alrededor de la cerveza, que es la bebida alcohólica de mayor venta en Colombia y en el mundo, podrían ocupar la industria de cebada nacional.

En Norte de Santander existen nueve empresas de cerveza artesanal, de las cuales cuatro están registradas en la Cámara de Comercio de Cúcuta y las otras asentadas en Cácota, Chitagá y Chinácota.

Sócrates Díaz, jefe de producción de la casa cervecera Monasterio, explicó que los ingredientes básicos para producir cerveza son malta (derivada de cebada), lúpulo y levadura, los cuales son importados.

La malta se trae desde Chile, Argentina y Alemania; el lúpulo, de Estados Unidos y Alemania y la levadura, en su gran mayoría, llega de Inglaterra y Estados Unidos, países donde está muy consolidado el mercado”.

La producción mensual de Monasterio es de 3.000 litros, para los cuales se requieren 2 toneladas de malta, 7 kilos de lúpulo y 4 kilos de levadura, que cultivan ellos mismos.

Cada kilo de malta importado podría llegar a costar hasta $10.000. 

Díaz explicó que desde que empezó su negocio siempre le ofrecieron insumos importados; según él, en Colombia y en Norte de Santander no hay suficiente desarrollo agroindustrial para cultivar y procesar la cebada.

“Es un mercado inexplorado porque no hay una industria desarrollada”, dijo.

La malta es la cebada que ha germinado y es posteriormente secada y tostada en un proceso que suele denominarse malteado. Tras el tostado, se le quitan las raicillas. 

En el caso del lúpulo, Díaz explicó que es un cultivo estacionario que generalmente se da en septiembre y debe procesarse a temperaturas específicas.

Jhorman Silva, gerente de la Cervecería Serranía, dijo que los insumos para su negocio son importados desde Alemania y traídos por un proveedor de Bogotá.

Aunque esta cervecería es de las más nuevas en el departamento, están desarrollando los procesos de comercialización y mercadeo para llevarla otras partes del país.

Por eso, Silva explicó que aún no están produciendo a su capacidad máxima que es de 2.400 litros.

Hoy, la producción llega a los 800 litros para los cuales se requieren 5 toneladas de malta, 1 kilo de lúpulo y 1 kilo de levadura.

En el caso de la malta traen cinco variedades, una malta base y las otras especiales.

Díaz expresó que a la fecha no conocen insumos nacionales, pues la industria es muy nueva. “Lamentablemente acá los cultivos que se están haciendo son experimentales”, expresó.

Díaz agregó que trabajar con la malta es complicado, pues es un proceso riguroso y especializado por la terminación de la cebada.

Potencial

Edwin Quintana, gerente de Cervecería La Motilona, señaló que “no se trata solo de cultivar cebada, hay que hacer un proceso de malteado, de donde depende principalmente el sabor y el color de la cerveza, que es el más difícil de hacer por los equipos que se requieren”.

Según Quintana, una de las razones por las que los insumos se importan es por su calidad, “empresas como Bavaria intentaron hacer cultivos en Colombia, pero no obtuvieron los mismos resultados”.

Sin embargo, señala que de cultivarse y darse el negocio de la malta en Norte de Santander o en Colombia en gran medida se reducirían los costos de producción.

Mensualmente, cervecería La Motilona trae entre 10 a 20 bultos, dependiendo de la demanda; cada bulto le cuesta alrededor de $120.000 y $150.000, según la variedad y por cada bulto el costo de transporte es de $25.000. 

Panorama nacional

Los últimos años han sido de ajuste para los productores de cebada nacional, con una reducción en las hectáreas cultivadas y una baja producción.

Solo en 2017, las áreas dedicadas a este cereal disminuyeron 37,4%, si se tiene en cuenta que 2.957 hectáreas fueron cultivadas, de acuerdo con el Ministerio de Agricultura.

Este comportamiento ha afectado principalmente al departamento de Boyacá y Cundinamarca, que son las zonas de mayores cultivos en el país. 

De acuerdo con la cartera agropecuaria, las áreas sembradas en Boyacá en 2017 se redujeron significativamente frente al año anterior, con una caída de 43% lo que afectó el rendimiento en el total nacional.

En todo el país hay 150 marcas de cervezas. Bogotá y Medellín son los principales mercados, de acuerdo con las estimaciones de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales y Leguminosas (Fenalce).

De acuerdo con cuentas del gremio, mientras Bavaria, el mayor productor de cerveza consume cerca de 250.000 toneladas del grano, las malteras artesanales están consumiendo entre 1.500 a 1.700 toneladas del cereal, lo que representa 0,68% de la demanda del grano.

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Katherine Villamizar Leal
Martes, 25 de Septiembre de 2018
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