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El 5 por ciento de los inmigrantes están empleados

Entran principalmente a trabajar en las ramas de servicios, comercio y construcción.

Desde que comenzó el éxodo de venezolanos, se tiene la percepción de que la mano de obra colombiana está siendo desplazada, sobre todo, en la frontera.

Son pocos los que se atreven en afirmarlo, por no caer en la xenofobia, pero los más recientes resultados del Censo 2018 ponen evidencia esta situación.

Juan Daniel Oviedo, director del Dane, reveló que el 38,4 % de las personas que residen en Cúcuta  nacieron en otro municipio colombiano o en otro país, es decir, 241.694 personas. La capital de Norte de Santander tiene  629.414 habitantes.

Cuando se hizo el Censo, entre mayo y agosto de 2018, en la ciudad se contaron 42.000 inmigrantes que residieron en Venezuela en los últimos 12 meses, de los cuales 32.000 están en edad para trabajar, 22.000 están económicamente activos, 17.000 están ocupados, 6.000 desocupados y 9.000 inactivos.

“La tasa de desempleo de Cúcuta no es de las más altas del país, pero está explicada por el desempleo de los inmigrantes venezolanos que corresponde al 25,7 %. Eso quiere decir que los 17.000 migrantes forman parte de los 347.000 ocupados de la ciudad representando el 5 % de los trabajadores”, explicó Oviedo.

El número de ocupados de Cúcuta y su área metropolitana se mantuvo en el primer semestre del año y los inmigrantes han accedido a empleo formal, pero el número de trabajadores no aumentó.

Para el 30 de junio, Migración Colombia informó que en Norte de Santander hay 185.433 venezolanos, el 59 %, es decir, 111.023 inmigrantes están radicados en Cúcuta. Con la llegada de más de 69.000 venezolanos es probable que el número de ocupados en el mercado laboral local se haya incrementado.

Iván Jaramillo, director del Observatorio Laboral del Rosario, dijo que en Colombia no hay restricciones para contratar trabajadores extranjeros, pero se debe cumplir con las condiciones de la Ley. 

Por eso, “la migración se está encaminando hacia la informalidad porque faltan canales y vías para la formalización laboral”, explicó.

En Cúcuta, la informalidad aumentó 3,2 puntos porcentuales y se ubicó en 71,8 %, la tasa más alta del país.

Este dato pone en evidencia que los nuevos ocupados del mercado laboral están trabajando en condiciones de informalidad y según Jaramillo los migrantes entran principalmente a trabajar en las ramas de servicios, comercio y construcción.

Mario Zambrano, director del programa Cúcuta Cómo Vamos, dijo que la debilidad de la estructura económica y el aparato productivo de la ciudad impide generar empleos en cantidad y de calidad, y esa es la principal razón de los indicadores negativos del mercado laboral, más allá de la crisis migratoria.

En junio, en el país hubo 2,3 millones de personas sin trabajo, con una tasa de desempleo que se ubicó en 9,4 %. Para Jaramillo la formalización de los inmigrantes no tendrá un efecto negativo en el mercado laboral, sino que evitará que muchos trabajos se contraten en condiciones de informalidad por la presión de tener mayor mano de obra disponible.

¿Qué empleos se perdieron?

El desempleo y la informalidad son coyunturas recurrentes e históricas en el área metropolitana de Cúcuta. Según cifras del Dane, en el trimestre móvil abril-junio, en Cúcuta y el área metropolitana 7.000 personas ingresaron a la desocupación y 10.000, a la inactividad.

Vale explicar que la población económicamente inactiva está conformada por quienes en la última semana no trabajaron ni buscaron empleo, entre ellos: estudiantes, pensionados, jubilados, los que hacen oficios del hogar, discapacitados y los no disponibles.

Cúcuta registró la quinta tasa de desempleo más alta de las 23 ciudades principales en el trimestre analizado con un 15,6 %.

Los servicios comunales, sociales y personales fue la rama de ocupación que más creció en número de empleos con un 5,0 %, las actividades de servicios, las deportivas y el trabajo doméstico fueron las que más emplearon personas.

El sector de transporte, almacenamiento y comunicaciones fue la segunda rama que más generó empleo con un crecimiento de 3,9 %, siendo la manipulación de carga, las agencias de viajes y el transporte de carga por carretera las actividades destacadas.

Finalmente, el empleo en la construcción creció un 2,8 %, con las edificaciones y las obras de ingeniería civil como principales generadoras de trabajo en el sector.

Por otra parte, en la rama de comercio, hoteles y restaurantes disminuyó el empleo en 5,1 %, siendo el comercio al por menor y al por mayor de materias primas agropecuarias, alimentos, bebidas y tabaco donde más se perdieron puestos de trabajo.

La industria manufacturera de la ciudad fue la que mayor disminución tuvo con un 7,7 %, es decir fue la rama donde más se perdieron empleos en Cúcuta y las actividades de fabricación de calzado y de productos metálicos como tanques y depósitos fueron las más afectadas.

Jóvenes, los más afectados

En Cúcuta, 1 de cada 4 jóvenes (14 a 28 años) está desempleado, la tasa de 25,2 % para el trimestre abril-junio fue la tercera más alta del país, solo superada por Armenia y Quibdó.

Jaramillo consideró que la situación actual del desempleo juvenil se debe corregir con la creación de una política de acreditación de experiencia en los programas educativos y una mayor conexión entre la academia y el mundo laboral.

“Esta es una problemática internacional, los jóvenes deben adaptarse a los cambios que trae la tecnología para las empresas y el mercado laboral. Este es un gran desafío no solo en Colombia sino también en el mundo”, añadió.

Zambrano enfatizó que la pertinencia de los estudios es la clave para que los jóvenes se capaciten en habilidades necesarias para el aparato económico y social de la región. “Es importante generar incentivos para que entren al mercado laboral y también tener un enfoque de género porque las tasas de desempleo femenino son bastante altas”.

El director del programa Cúcuta Como Vamos destacó que en la ciudad hay fuga de cerebros por causa de las pocas oportunidades que tienen los jóvenes de la región.

Finalmente, Jaramillo resaltó que las plataformas digitales tienen el reto de impulsar las condiciones laborales dignas y consideró que estos modelos de emprendimiento se deben orientar hacia la contratación de inmigrantes y connacionales bajo las condiciones de Ley.

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Daniel Villán Bustamante
Jueves, 8 de Agosto de 2019
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