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El trabajo doméstico valió $185,7 billones en 2017

La remuneración por hora para aquellos que se dedicaron a los servicios domésticos fue de 4.138 pesos.

Son 34 las actividades que cataloga el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) como trabajo doméstico, las cuales van desde la preparación de alimentos, lavar ropa o cuidar mascotas hasta cuidar o acompañar a los niños o los ancianos.

La entidad recuerda que según la Ley 1413 de 2010, la economía del cuidado hace referencia al trabajo no remunerado que se realiza en el hogar, y que esta categoría es de fundamental importancia económica en una sociedad.

En su reporte “Cuenta satélite de economía del cuidado 2017”, el Dane explica que durante ese año el comercio al por mayor y al por menor fue el sector que generó el mayor valor agregado, contabilizando 162,5 billones de pesos al Producto Interno Bruto (PIB) o crecimiento económico del país.

Vale la pena anotar que bajo el ítem del comercio se agrupan otros negocios como la reparación de vehículos, el transporte y almacenamiento, el alojamiento (hotelería) y los servicios de comida (restaurantes).

“Al comparar el valor económico del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado con el valor de las actividades económicas más relevantes de la economía, se observa que el primero es superior”, se lee en la investigación oficial, que valoró la ejecución de esas labores en 185,7 billones de pesos (ver gráfico).

“El cálculo consistió en dividir el resultado de cada valoración sobre el PIB de la economía colombiana en 2017, lo cual no implica que el valor económico del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado participe en el PIB o haga parte de su composición”, aclara el Dane.

La valoración se elabora con una metodología que estima el costo en el que tendría que incurrir un hogar en caso de que al interior del mismo no se produzcan servicios para el autoconsumo, y valora las horas dedicadas a estas tareas con la remuneración de asalariados e ingreso medio por hora de las personas que se dedican a los servicios domésticos en el mercado laboral (cocineros, lavanderos, empleados domésticos, entre otros oficios).

En ese contexto, el Dane precisa que en el caso de un trabajador que en 2017 devengó el salario mínimo mensual legal vigente (737.717 pesos) y suponiendo una jornada laboral de 48 horas a la semana, la remuneración a asalariados de acuerdo con el cálculo realizado correspondió a 5.130 pesos por hora.

De la misma manera, la remuneración a asalariados e ingreso medio por hora en 2017 de las personas que se dedicaron a los servicios domésticos en el mercado laboral fue de 4.138 pesos. El informe del Dane, divulgado a finales de agosto, también resalta que el 76,65 % del valor económico de estas actividades lo generaron las mujeres (142,3 billones de pesos).

El servicio remunerado

Pero, ¿cuántas personas en Colombia se emplean en los oficios domésticos y reciben una remuneración? La Gran Encuesta Integrada de Hogares del Dane, citada por la Escuela Nacional Sindical (ENS), asegura que el año pasado había 680.566 personas dedicadas a estas tareas, el 98 % de ellas mujeres, lo que a su vez representa el 3 % de la población ocupada. En 2016 se contabilizaron 677.218 personas en estos oficios.

Al desglosar estas cifras, Ana Teresa Vélez, vocera de la ENS, manifiesta que en la zona rural hay 3.888 menores de edad ocupados como empleados domésticos. Añade que el 56 % de la población trabajadora doméstica es mayor de 40 años, y otro 8,4 % cuenta con 60 años de edad o más, es decir 57.167 personas.

También comenta que la población trabajadora doméstica está concentrada en un 90 % en estratos bajos. “Estas faenas continúan siendo una actividad laboral de las mujeres segregadas económicamente. Un trabajo que por sus características de precariedad en el acceso a derechos impide la movilidad social”, dice.

A lo anterior, se suma que el 4,5 % no ha asistido a la escuela, el 38 % solo tiene primaria e incluso hay un 7,4% con educación superior. El promedio de duración del desempleo en el servicio doméstico es de aproximadamente año y medio.

La ENS hace notar que el contrato verbal es la forma que prevalece en la relación laboral con un 88,6 %, el contrato escrito, aumentó en términos mínimos (1,6 %) pasando de 9,8 % a 11,3 %.

“El 76,6 % es contrato a término indefinido y el 22,9 % a término fijo. Pero en la lógica del contrato verbal esto se debe a la indecisión por parte del empleador de hasta cuando requerirá del servicio prestado, más allá de que haya un acuerdo de generar una relación contractual en condiciones de estabilidad prolongada”, resalta Vélez.

Otra característica en el mundo del servicio doméstico es la baja afiliación al régimen contributivo de salud, pues es del 39 %. Igual para la afiliación a pensión, solo es de un 18 %. “Ha aumentado un poco el derecho a vacaciones remuneradas (25,8 %), a cesantías (26,1 %) y la afiliación a los riesgos profesionales (17,5 %). La prima de Navidad no aumenta a pesar de su consagración legal (ley 1788 de 2016)”, se lee en un documento de la ENS (ver ¿Cómo funciona?).

Blanca Inés Ortiz, jefe del Área de Derecho Laboral de la Universidad Libre, enfatiza que los empleadores deben afiliar a sus trabajadores de servicio doméstico a salud, pensiones, riesgos laborales e incluso a caja de compensación familiar.

“Ya no es posible sacarle el cuerpo a esta obligación, a cuento de que la empleada o el empleado no lo vean necesario o argumenten que están en el Sistema de Identificación de Potenciales Beneficiarios de Programas Sociales (Sisbén)”, declara.

Adicionalmente, en el tema de prestaciones, tienen derecho al pago de prima semestral, vacaciones, cesantías, intereses de cesantías, subsidio de transporte si es externa o externo, y a uniforme de dotación. “Tienen todos los derechos que disfruta cualquier otro trabajador”, señala.

Ortiz llama la atención sobre el hecho de que cuando un empleado doméstico trabaja, por ejemplo, solo cinco días al mes en su casa, cuenta con los mismos derechos ya mencionados, solamente que el empleador le debe pagar todo proporcionalmente. “Así mismo, para protegerlos con la seguridad social, deberá afiliarlos cotizando proporcionalmente”.

Para la ENS todos los indicadores muestran que no se han generado avances significativos en materia de formalización laboral de las trabajadoras domésticas y está todo por hacer para alcanzar condiciones de trabajo decente para esta población altamente vulnerada por sus características de género, etarias, raciales y socioeconómicas (ver ¿Qué sigue?).

Por último, queda por ahondar de qué manera la diáspora venezolana está afectando las condiciones del trabajo doméstico en Colombia y que nivel de vulneraciones sufren las mujeres venezolanas ejerciendo esta labor en el país, de lo cual ya se empiezan a conocer casos de alta explotación laboral.

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Colprensa
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Domingo, 23 de Septiembre de 2018
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