Terpel presentó su nueva estrategia de movilidad y con la inauguración de su primer punto de servicio de carga eléctrica la compañía anunció que, en esta primera fase, quedará interconectada una de seis troncales que aportarán a la desurbanización y masificación de los vehículos eléctricos.
La primera de estas troncales cubrirá la ruta Bogotá-Medellín y contará con puntos de recarga cada 100 o 120 kilómetros.
Se prevé que esta troncal esté lista y en funcionamiento en el primer trimestre de 2020 y ese año se sumen 30 estaciones, con lo que crecerá en 60 % la oferta, ya que en la actualidad no llegan a más de 50.
Sylvia Escovar, presidenta de Terpel, habló sobre la entrada de la compañía a la movilidad eléctrica.
¿Cuál es el plan de expansión?
Esta realmente es una apuesta que hacemos en Terpel por la nueva movilidad que viene en el mundo.
En cuanto a los precios depende muchísimo porque hay que adecuar toda una red de recibo de electricidad y depende del valor de la electricidad y de la adecuación del sitio, lo único que les puedo decir es que un cargador eléctrico, que ese sí no debería variar, está más o menos en unos US$ 30.000 por unidad.
¿De qué fuentes vendrá la energía?
De muchas fuentes, nosotros en realidad le compramos al distribuidor de energía de cada sitio donde estamos y son ellos los que compran a su vez su energía; pero esperamos que pueda venir de todo tipo de fuentes. Yo creo que en el futuro Colombia va a ser una de las economías con más energías limpias.
¿Es una inversión rentable?
Hoy no estamos pensando en rentabilidad, en algún momento cuando se expanda la demanda de electricidad muy seguramente haremos números, pero ahora lo que estamos haciendo es una apuesta por el bienestar de las personas y la movilidad.
¿A cuántos usuarios esperan beneficiar?
La idea es llegar a todos los colombianos, actualmente nosotros atendemos aproximadamente a 2.000 a diario en todos los puntos, entonces realmente queremos atender y cubrir todas sus necesidades.
A partir de este año empieza a regir el Decreto 2051 de 2019, que baja del 35 % al 5 % el gravamen arancelario para la importación de vehículos a gas natural y amplía a la totalidad de vehículos eléctricos importados el arancel del 0 %, sin límite en el número de automotores.
