La industria de la moda se proyecta de manera muy positiva en los diferentes países, ciudades, ferias y exposiciones que figuran como las más importantes a nivel mundial, abriéndole paso a oportunidades únicas para quienes ven en la manufactura textil una opción de carrera.
El panorama de este sector es prometedor y así lo demuestra el caso colombiano, donde se ha generado un boom creativo en los últimos años llevando a que la industria esté en pleno crecimiento y expansión.
Según las últimas cifras de Colombia Productiva, en 2018 las exportaciones de esta industria sumaron US$743 millones, lo que equivale a un aumento del 6.8%. De igual forma, en el PIB industrial del país, la producción textil subió un 3,1% y el sector de las confecciones un 0,3%.
Ante este crecimiento, Nueva Zelanda se ha convertido en un destino que impulsa la moda, primero, en profesionalización y crecimiento académico; y segundo, en la creación de plataformas para desarrollar y mostrar el nuevo talento y las tendencias actuales.
Es así como Oceanía cuenta con un amplio portafolio de programas de educación superior para que los estudiantes internacionales y nacionales puedan desarrollar su pregrado, posgrado, maestría o doctorado en este frente.
Quienes viajan a este lugar se encontrarán con diversos programas que van desde diplomados en moda, licenciatura en Bellas Artes y Diseño de Moda, certificado en Tecnología de la Moda, hasta el certificado en Diseño de Patrones y especialización en Diseño de Moda, entre otros, los cuales se pueden desarrollar a lo largo del territorio nacional en prestigiosas instituciones como Otago Polytechnic, Massey University, NZ Fashion Tech y Auckland University of Technology, por nombrar solo algunos.
Por ser una plaza donde la industria de la moda está tomando cada vez más fuerza, en la ciudad de Dunedin se realiza la Exhibición Internacional de Diseñadores Emergentes iD, la competencia de moda más grande de Australasia para estudiantes de último año y recién graduados.
Este evento atrae a diseñadores emergentes de todo el mundo, permitiéndole a los estudiantes colaborar a nivel internacional, desarrollar redes valiosas y mostrar su talento.
Margo Barton, fundadora y directora creativa del programa, y también académica en Otago Polytechnic, sostuvo que “nuestros estudiantes tienen la oportunidad de participar directamente en la exhibición trasbastidores trabajando como asistentes de eventos, asistentes de relaciones públicas y asistentes para nuestros diseñadores invitados. Se reúnen con los finalistas, discuten su trabajo con ellos y se exponen a tecnologías emergentes que tal vez no hayan visto antes".
También es importante resaltar que los profesores de Nueva Zelanda, a menudo, mantienen fuertes vínculos con la industria, asegurando que sus estudiantes adquieran habilidades relevantes y puedan desarrollar redes sólidas, incluso antes de graduarse.
Dylan McCutcheon-Peat, uno de los estudiantes, desarrolló en su último año su innovadora colección ‘¿Es un Tomgirl?’ y en 2018 la llevó al Graduate Fashion Week de Londres, considerado como el evento líder mundial en diseño de moda emergente internacional.
Este encuentro internacional entregó a Dylan una oportunidad inigualable para conocer y aprender de personas influyentes en la industria de la moda, así como una plataforma internacional para su trabajo.
“La retroalimentación positiva me ha dado un nuevo sentido de confianza. Planeo mudarme al Reino Unido el próximo año, pues ahora tengo varios contactos con los que puedo comunicarme”, afirmó Dylan.
Y es que así como el país oceánico cuenta con eventos de este tipo, en Sudamérica, el país cafetero se ha convertido en punto de referencia en la industria de la moda.
Medellín, más conocida como la ciudad de la moda, es la encargada de realizar las ferias textiles más representativas de la región como Colombiamoda, que se lleva a cabo cada año en el mes de julio.
Esta plataforma, es el escenario propicio para que las mentes jovenes del diseño se muestren, amplíen sus negocios y se empapen de lo que ofrece el sector textil global.
Los estudiantes que viajan a Nueva Zelanda obtienen lo mejor de la cultura universal, una serie de oportunidades para colaborar internacionalmente y todos los beneficios de estudiar en una sociedad justa, libre y abierta que valora la innovación y la creatividad.
