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Los yines ahora se pueden fabricar con fique

En Colombia, 70 mil familias campesinas dependen de este producto y con él se puede elaborar ‘denim’.

El fique, pita, maguey o agave, es una de las fibras vegetales más representativas de la América tropical y con ella se elaboran múltiples productos, desde el popular tequila mexicano hasta los sacos de empaque.

Se conoce que de cada 100 kilos de pencas se extraen 4 de fibra larga y seca, un líquido verdoso y el bagazo o cabuyaza (que es el 96 por ciento de la hoja).

Por tal motivo, estos residuos comprenden la mayor parte del negocio del cultivo de fique, para quienes lo saben aprovechar desde la óptica económica y medioambiental.

Sin embargo, la fibra seca se ha caracterizado por ser la más usada por los artesanos del sector rural en Colombia para la elaboración de sacos donde se empaca el café para exportación.

A raíz de esta tradición, surgió la idea de tesis de maestría de la docente María Clara Restrepo, a la que luego se le dio potencial a través de dos grupos de investigación de ingeniería de la Universidad Pontificia Bolivariana.

El proyecto de investigación plantea la idea de elaborar ‘denim’ con fique.

Importancia del ‘denim’

En el mundo de la moda, el ‘denim’ es un tejido de algodón muy resistente que se emplea en la confección de pantalones vaqueros y otras prendas y accesorios.

Adicional a esto, según estudios realizados, los yines o pantalones elaborados en denim son las prendas que más se consumen en Colombia y el mundo, por eso es la que más salida tiene.

El proyecto propuesto en Medellín planteó la posibilidad de darle al fique un uso más allá de la elaboración de simples cuerdas, aprovechando sus propiedades mecánicas.

Restrepo, docente investigadora, líder del proyecto, explicó que la idea es llevar el material a un proceso industrial en el que se convierte la fibra en un tejido más suave y blanco parecido al algodón para poder construir bases textiles y elaborar prendas de vestir.

¿El nuevo algodón?

La investigación, desarrollada desde  el 2017 evidenció que la fibra con más demanda y de mayor consumo en Colombia es el algodón con el que se elabora el denim.

Aproximadamente el 50 % del algodón que se consume debe ser importado para lograr el abastecimiento de la producción local, por ende, la investigadora comentó que “Colombia es un país biodiverso y rico en recursos naturales, lo cual nos motivó a investigar qué fibra local podría ayudarnos a suplir esta demanda”.

Es así como la investigación presentó la importancia del fique y de la manera en la cual esta fibra podría ser una alternativa al algodón. 

“Si bien el algodón es una fibra natural, necesita de grandes cantidades de agroinsumos, pesticidas y agua para su cultivo, mientras que el fique es una planta rústica que no se tiene que regar, almacena el agua en sus hojas, es resistente a los cambios climáticos, a las plagas y crece en cualquier piso térmico, desde La Guajira hasta las altas montañas”, resaltó Restrepo.

Adicionalmente, la planta puede producir fibra por veinte años, lo que la hace mucho más rentable.

 

Rentabilidad

Se estima que en Colombia 70 mil familias campesinas dependen de la economía del fique.

En cuanto a costos, un kilogramo de algodón representa $5.500 mientras que un kilogramo de fique $2.000. 

Para el proceso industrial, Restrepo aseguró que lo más importante es volver el fique parecido al algodón, de ahí en adelante se usan procesos tradicionales de la industria textil.

“Se hace una hilatura en las hiladoras normales en las que se procesa el algodón, y se tejen los telares normales en los que se teje el algodón”.

Restrepo indicó que otro de los beneficios de este trabajo es desarrollar productos con valor agregado que podrían revalorizar la fibra y aumentar su consumo, lo que en consecuencia incrementaría el cultivo de la planta y podría generar mayores ingresos. 

 Para la difusión de este proyecto, la Universidad Bolivariana ha planteado capacitar a los campesinos para que ellos mismos puedan procesar la fibra y venderla ya procesada. 

“La idea es que las empresas puedan comprarle al cultivador la fibra ya procesada a muy buenos precios”.

Entre los pasos a seguir luego de las pruebas piloto, se espera crear la primera planta en alguno de los municipios productores con el fin de replicarla a otros municipios para que ese conocimiento quede con los cultivadores.

Opción para el departamento

La planta de fique logra su mayor producción en las zonas de clima medio, entre los 1.200 y 1.800 metros sobre el nivel del mar, donde es poco atacada por las plagas o enfermedades; requiere suelos fértiles, bien drenados y sueltos.

Roque Julio Gómez, exsecretario de desarrollo económico de Norte de Santander, dijo que a pesar de su fácil cultivo, solo en Cucutilla se trabaja la fibra, aunque cuentan con una máquina muy tradicional con la que se elaboran sacos para empacar cacao y café.

Por su parte, Evaristo Carvajal, docente de la facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Francisco de Paula Santander, dijo que en el departamento no hay cultivos establecidos, sino simplemente algunas plantas sembradas.

Una de las razones que consideró Carvajal es por la falta de industria en el departamento para el desarrollo y producción de este material. 

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Katherine Villamizar Leal
Sábado, 3 de Marzo de 2018
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