En el área metropolitana de Cúcuta, sobre todo, en la frontera con Venezuela, es donde más se evidencia que los venezolanos se han integrado al mercado laboral, principalmente, en la informalidad. Esta dinámica finalmente fue medida por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) y los resultados indican que los migrantes aún son una población vulnerable.
Aunque Cúcuta y su área metropolitana mejoraron su tasa de desempleo en el último trimestre móvil revelado por la entidad, a nivel nacional la tasa se ubicó en 11,8 % en febrero, un punto porcentual más que la del mismo período de tiempo de 2018 (10,8 %). Los grupos que concentran la desocupación más alarmante son los jóvenes y las mujeres.
En el segundo mes del año, la población ocupada del país ascendió a 22.071.000, lo que representó que 231.000 personas consiguieron empleo. Por otra parte, el número de desocupados fue de 2.944.000, lo que quiere decir que 299.000 personas son nuevos desempleados.
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La población inactiva se ubicó en 14.153.000 y solo 31.000 personas abandonaron esta condición, según el informe del Dane. Durante la rueda de prensa en donde se entregaron los resultados del mercado laboral, Juan Daniel Oviedo, director de la entidad, indicó que disminuir la población inactiva es positivo para el país porque desde el segundo semestre de 2018 está cifra estaba creciendo.
Dentro de la población inactiva de febrero (14,1 millones) el 2,8 % vivían hace 12 meses en Venezuela, esto equivale a 82.430 personas que hoy están radicados en Colombia.
Teniendo en cuenta el costo público que representa la migración venezolana, el Comité Consultivo de la Regla Fiscal dio el visto bueno a flexibilizar la meta de déficit, que pasó de 2,4 % del Producto Interno Bruto (PIB) a 2,7 %.
El aumento en 0,3 puntos porcentuales, equivalente a $3 billones más para el gasto público, permitirá asumir costos como la salud y la educación de los migrantes venezolanos.
¿Qué capacitación tienen?
El Dane usó una muestra de 678.262 venezolanos que hace 12 meses vivían en Venezuela, identificando que el 74 % de esta población pertenece a un rango de edad entre 10 y 54 años. Eso quiere decir que son personas laboralmente activas y presionan la tasa de desempleo.
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Oviedo explicó que “el flujo migratorio ha estado concentrado en personas entre 25 y 54 años, con un enorme interés en participar del mercado laboral colombiano”.
Sobre el nivel educativo de esta población, se identificó que el 29 % de la muestra, equivalente a 199.683 personas, tienen una educación media.
A pesar de que la mayoría de los migrantes de la muestra se encuentran en los niveles de educación primaria y básica secundaria (200.122 personas), la mayor variación en comparación con 2017 se dio en las personas con educación media, con 125.061 personas más que llegaron al país.
Por otra parte, los migrantes que tienen un título educativo técnico, profesional o tecnológico son 39.218, equivalente a un 5,7 % de la muestra. Mientras, los que tienen un título de educación superior y posgrado son aproximadamente 41.630, un 6 % del total.
¿En qué están trabajando?
De las 678.262 personas tomadas como muestra, 327.958 estuvieron ocupados, trabajando principalmente en locales fijos, oficinas o fábricas (136.736 personas). Oviedo añadió que la segunda actividad laboral en la que más se desempeñan los migrantes son las ventas ambulantes y estacionarias, en donde trabajan 55.431 migrantes.
(Según el Dane, los migrantes han logrado obtener trabajos en oficinas, fábricas, peluquerías, restaurantes y tiendas de barrio.)
El director del Dane resaltó que la población venezolana está encontrando empleo, ya sea formal o informal y en sitios con un nivel de calidad aceptable como son las oficinas, fábricas, peluquerías, restaurantes o tiendas de barrio.
Para determinar el costo público que la inclusión laboral a los migrantes puede tener para el país, el Dane identificó que de los 678.262 migrantes, 565.124 reportaron no estar afiliados ni ser cotizantes o beneficiarios de algún régimen de seguridad social en salud.
“Esta población es altamente vulnerable y por eso el Gobierno necesita definir los mecanismos a través de los cuales va a ampliar la cobertura y garantizar que los migrantes puedan estar protegidos socialmente”, manifestó Oviedo.
En el promedio anual, la tasa de desempleo de las personas que vivían hace 12 meses en Venezuela es de 18,4 %, disminuyendo en comparación al 2017, en donde fue del 20,6 %.
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Oviedo destacó que la entidad pudo determinar el impacto de estos migrantes en la variación de las tasas de ocupación y desempleo del trimestre diciembre 2018-febrero 2019, por lo que de las 198.000 personas que ingresaron a la ocupación, 144.000 corresponden al criterio de haber vivido en Venezuela hace 12 meses.
La población desocupada ascendió a 310.000 personas, 265.000 son nacionales (viven en Colombia hace más de un año) y 45.000 son migrantes.
“A partir de la lectura de los datos, identificamos que es inminente desplegar las estrategias que el Gobierno tiene para implicar el uso de recursos públicos alrededor de la migración y evitar el desplazamiento de la mano de obra nacional del mercado laboral”, agregó Oviedo.
Jóvenes y mujeres
Los mayores crecimientos en la población desocupada del país se dieron en los jóvenes (entre 14 y 28 años) y en las mujeres. La tasa de desempleo de ambas poblaciones es preocupantemente alta.
En los jóvenes, para el trimestre diciembre 2018-febrero 2019, se ubicó en 18,9 %. Esto quiere decir que, aproximadamente, uno de cada cinco jóvenes en el país está desempleado.
El estudio Cómo Vamos en Educación orientada al Empleo (EoE) de la Red Colombiana de Ciudades Cómo Vamos, ya había identificado que en Cúcuta 26 de cada 100 jóvenes menores de 24 años, ni estudia ni trabaja. Esto equivale a uno de cada cuatro cucuteños en este rango de edad, siendo mujeres el 65 % del total.
Por otra parte, la brecha en las tasas de desempleo entre mujeres y hombres se incrementó a seis puntos porcentuales, pasando en los hombres del 8,4 % a 9,2 % y en las mujeres del 14,1 % al 15,2 %.
Solo en febrero del 2019, 181.000 mujeres entre 25 a 54 años ingresaron a las arcas del desempleo. Siendo la variación por género más grande, seguida de los hombres mayores de 55 años (83.000 personas).
Según el estudio EoE, la tasa de desocupación femenina en Cúcuta es del 50 %, lo que quiere decir que una de cada dos mujeres en edad de trabajar no lo hace, ni tampoco está buscando empleo. Esta situación de empleabilidad es similar a las de las capitales de la costa Atlántica, en donde los índices también son muy bajos.
Oviedo manifestó que actualmente en el país se sigue viendo un sesgo de género en la situación de desocupación, cuyo crecimiento se identificó desde 2018.
En Cúcuta y su área metropolitana, según los datos recopilados de 2018, hubo 262.000 personas inactivas, aumentando en comparación a las 246.000 de 2017.
La población que entró a la inactividad por cumplir con los oficios del hogar, fue la que mayor variación tuvo con un 17,5 %, ubicándose en el 39,1 % del total. Esto quiere decir que 102.442 personas cumplen con labores del hogar y por esa razón no hacen parte del mercado laboral, por lo que no tienen ni están buscando empleo.
