Con la Ley de Financiamiento sancionada se volvió a abrir la puerta para que quienes tuvieran retrasos con la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) se pusieran al día con una tasa preferencial sobre activos omitidos o pasivos inexistentes.
Es decir, este impuesto aplica para aquellas personas que teniendo activos “no fueron incluidos en las declaraciones de impuestos nacionales existiendo la obligación legal de hacerlo”, según se plantea en la Ley.
Sobre los pasivos inexistentes, la norma entiende que son aquellos que fueron declarados “sin que exista un soporte válido de realidad o validez, con el único fin de aminorar o disminuir la carga tributaria”.
Hasta el 25 de septiembre está el plazo para realizar este trámite, solo pagando una tarifa del 13 % adicional.
Algunas condiciones
La base gravable tendrá como referencia el costo fiscal; es decir, se puede calcular con base en ese valor de los activos omitidos o inexistentes, o a través de un auto avalúo comercial que no puede estar por debajo del valor de ya mencionado.
La norma también establece que si la normalización tributaria incluye una inversión con “vocación de permanencia” en el país, el valor del impuesto se reducirá a la mitad, es decir, será de 6,5 %.
Además, si la reinversión se da antes del 31 de diciembre de 2019, la base gravable corresponderá al 50 % del valor de activos repatriados.
En el ejercicio anterior, consagrado en la Ley 1739 del 23 de diciembre de 2014, se recaudó por cuenta del impuesto de normalización 2,8 billones de pesos, durante 2015, 2016 y 2017. En su momento, los años tenían tarifas diferenciales de 10 % 11,5 % y 13 %, respectivamente.
Según información oficial, en ese periodo 16.479 contribuyentes normalizaron activos o pasivos inexistentes por un valor de 23,5 billones de pesos, y por cuenta del impuesto se logró recaudar un monto de 2,8 billones de pesos.
