La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile

Mujeres rurales, en la lucha por emprender

En el área rural de Cúcuta hay más de 15 asociaciones femeninas, que buscan apoyo institucional para desarrollar proyectos.

El papel de las mujeres en la vida rural siempre ha sido fundamental, pero poco valorado por causa de diversos factores, como la falta de confianza y la equidad de género.

Sin embargo, los tiempos han cambiado y ellas han entendido que pueden vincularse al mundo laboral, sin descuidar sus hogares.

En el área rural de Cúcuta existen más de 15 asociaciones de mujeres que desde hace años se han conformado buscando apoyo institucional para desarrollar proyectos, sin tener que irse del campo.

Sin embargo, sus esfuerzos han sido en vano, pues se encuentran a diario con obstáculos que les impiden dar un paso más allá.

El más grande de todos es la falta de capacitación, pues la mayoría ni siquiera ha logrado culminar sus estudios de bachillerato.

A esto se suman el difícil acceso a las veredas y el olvido de las entidades gubernamentales.

Este año, la Secretaría de Desarrollo Económico Departamental se dio a la tarea de conocer cómo funcionan esas asociaciones para ayudarlas en sus proyectos productivos.

Al darse cuenta de las barreras a las que se enfrentan, la entidad decidió hacer un diagnóstico y capacitarlas en temas como organización, emprendimiento, liderazgo, ventas y mercadeo.

(En Puerto Villamizar, las mujeres quieren habilitar tres estanques para sembrar cachamas.)

 Yaneth Durán, coordinadora de proyectos de la Secretaría de Desarrollo Económico, explicó que una de las falencias que encontraron en las asociaciones es la falta de seguimiento necesario antes de empezar cualquier proyecto.

“Hay algunas que tienen 10 años de haberse conformado y no  han tenido ni siquiera un proyecto”, agregó.

Según Durán el liderazgo es el tema más fuerte a tratar, pues deben ser las presidentas quienes direccionen las ideas que tienen las demás mujeres.

En los talleres, las mujeres también aprenden a hacer una huerta casera, manipular alimentos, elaborar bisutería, entre otros.

En septiembre de este año, se llevará a cabo la feria de emprendimiento para la mujer rural en el corregimiento de Aguaclara, en donde se espera que todas las asociaciones de Cúcuta y El Zulia demuestren lo que han aprendido.

Una forma de conseguir recursos

(Las representantes de 15 asociaciones se reunieron el mes pasado en el despacho de la Secretaría de Desarrollo departamental.)

Mildred Rodríguez, presidenta de la Asociación de Mujeres con Valor, del corregimiento de Ricaurte, explicó que desde hace tres años que se conformaron no han recibido ningún beneficio y solo se han podido registrar ante la Gobernación de Norte de Santander.

“Hemos tratado de vincularnos a la Alcaldía de Cúcuta, pero ha sido imposible, nos dicen que debemos estar un día específico, pero cuando vamos no nos ayudan”, dijo.

Según Rodríguez, de los 10 corregimientos de Cúcuta, Ricaurte es el más olvidado y el que menos oportunidades ofrece a las madres cabeza de hogar.

Esta asociación está conformada por 26 mujeres, pero muchas familias se han ido por falta de trabajo.

“Las mujeres se cansan de que todos los meses nos reunamos a lo mismo, a decir que se está gestionando, pero no vean resultados, nosotros queremos que nos tengan en cuenta, nos den la oportunidad de trabajar”, agregó.

Rodríguez explicó que en el corregimiento, las mujeres ni siquiera tienen la posibilidad de trabajar en cultivos.

Por su parte Sandra Núñez, presidenta de la Asociación de Mujeres Campesinas (Asomuca), explicó que hasta ahora se están dando a conocer gracias al apoyo de la secretaría de Desarrollo Económico.

Núñez explicó que luego de talleres han fortalecido sus conocimientos y ahora están desarrollando un proyecto para cultivar cachamas en tres estanques que tienen las familias.

Las mujeres víctimas llevan ventaja

La Asociación de Víctimas del corregimiento Buena Esperanza es una de las más antiguas, se conformó en el 2007 y ha trabajado varias unidades productivas.

Su presidente, Sandra Hernández, explicó que desde hace dos años han recibido apoyo de la Secretaría de Posconflicto y desde entonces, las mujeres han perfeccionado sus habilidades en contabilidad y manipulación de alimentos y ahora hacen  conservas orgánicos como antipasto, mermeladas y pulpa de fruta.

Además de procesar los alimentos, las mujeres tienen los cultivos en huertas caseras, lo que hacen que su trabajo sea más rentable.

La asociación tuvo la oportunidad de vender sus productos en la feria Expo de Todo que se llevó a cabo en julio.

Sin embargo, a pesar de sus avances, el ambiente de la zona ha hecho difícil que se lleven a cabo más procesos.

Las mujeres no cuentan con un espacio donde reunirse y deben compartir el salón comunal con otras iniciativas que se desarrollen.

“Lo poco que hemos hecho ha sido con mucho esfuerzo”, agregó.

Image
Katherine Villamizar Leal
Martes, 13 de Agosto de 2019
Premium-home
Patrocinado por:
Logo Empresas
Temas del Día