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Economía
Ocde y un acuerdo final al que solo le faltó el apretón de manos
Los dos grandes retos que tiene Colombia están en desigualdad y competitividad, frentes sobre los que la Ocde había llamado la atención.
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Colprensa
Colprensa
Miércoles, 29 de Abril de 2020

Cumpliendo las medidas de aislamiento y sanitarias de la Alcaldía de Bogotá, a las 2:30 p.m. de ayer llegó un equipo de la Cancillería de Colombia al despacho del embajador francés, Gautier Migno, ubicado a pocas cuadras del Parque de la 93, al norte de la capital.

En un paquete desinfectado iban los últimos documentos exigidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) para que ese club de buenas prácticas diera el saludo oficial a Colombia como el miembro número 37.

Esta idea, que surgió en 2008 en el Gobierno de Álvaro Uribe, se montó y ejecutó en los dos mandatos de Juan Manuel Santos –y se selló en el de Iván Duque– tras 2.555 días de proceso formal recibió visto bueno: “La adhesión reafirma el compromiso de unir a los países que se esfuerzan por tener los más altos estándares en políticas públicas para el bienestar de sus ciudadanos”, dijo José Ángel Gurría, secretario general de la Ocde.

La idea era que en marzo el presidente Duque, o la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, viajaran a Francia para hacer la entrega de los documentos (el consolidado de los 23 comités, la aprobación del Congreso y de la Corte Constitucional), “pero la pandemia no hizo posible ese sueño. Aunque estamos contentos por todo el proceso”, contó Lucas Gómez, encargado del plan de adhesión a la Ocde en el Ministerio de Relaciones Exteriores, y quien le confirmó a EL COLOMBIANO que la membresía de 3,6 millones de euros anuales que se debe pagar será opcional por cuenta de la crisis económica.

Colombia llega al club de buenas prácticas en un momento bien difícil: comercio exterior cerrado, desempleo, que según estimaciones de Fedesarrollo podría ser de 16 % a cierre de año, una caída del PIB del 3 % –de acuerdo con bancos y tanques de pensamiento– y con la carga del que será el peor trimestre de la historia.

La mira está puesta en el largo plazo. La invitación es “a seguir trabajando en las políticas que lleven a los colombianos a tener una mejor calidad de vida, libre comercio y garantizar la sana competencia”, dijo el Ministro de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo.

Oportunidad o reto

Sin embargo, recordó Lucas Gómez, es una opción para crear conexiones de apoyo en los 23 comités que calificó la Ocde. “Son 250 grupos de trabajo en los que Colombia será participante. El siguiente paso es que cada uno de los ministerios vea en cuáles estará”.

Para algunos analistas el anuncio llega en el momento menos oportuno: “Ahora, estar en ese organismo no es una prioridad porque se deberán relajar muchas de las acciones en el plano económico y financiero que podrían influir en las evaluaciones futuras de la Ocde”, puntualizó Luis Fernando Ramírez, investigador de la Universidad Sergio Arboleda (ver Opinión).

Aunque César Caballero, director de Cifras y Conceptos, cree que la salida estaría en ver cómo les va a los demás países por ejemplo Noruega o Islandia, a los que les resulta tan bien lo de reducir las brechas sociales y económicas. “Se puede determinar hacia dónde vamos con lo mejor que tienen hoy las naciones”, exclamó Caballero.

En la agenda Colombia-Ocde se incluyen comités de salud, propiedad intelectual, transporte, agricultura, ingresos fiscales, empleo, política ambiental, salud y gobiernos corporativos; normativas que tomaron fuerza de Ley tras la aprobación, el año pasado, del Congreso y Corte Constitucional (ver Cronología).

Los dos grandes retos que tiene Colombia están en desigualdad y competitividad, frentes sobre los que la Ocde había llamado la atención: “27 % de la población vive en condiciones de pobreza, y 39 % en condiciones de vulnerabilidad. Además, Colombia tiene uno de los niveles de desigualdad más altos del club, con un coeficiente de Gini de 0,517. Otro factor que merma la competitividad es el alto nivel de informalidad laboral, cercano al 50 %”, dijo Gurría en octubre de 2019.

Oportunidad para mejorar que analiza Rosario Córdoba, presidenta del Consejo Privado de Competitividad, pues las empresas se verán empujadas a subir varios de sus estándares de productividad, de la mano de políticas públicas que ayuden al cambio laboral. “Es importante en las crisis tener con quién hablar y recibir asesoría. En la medida en que a uno le dan consejos y le ayudan tiene posibilidad de ajustarlos a sus condiciones”.

El presidente Duque le manifestó ayer a Gurría, en un foro económico virtual, la decepción por no hacer el viaje hasta París (sede de la Ocde) para cerrar el proceso como se debía: con un apretón de manos, que quedará pendiente. Pero celebró que Colombia (junto a México, Chile y próximamente Costa Rica) sea representante del club en América Latina y El Caribe .

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