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Países que han regulado el fracking en el mundo

Los tres tenores de esta práctica en el mundo son EEUU, Canadá y México.

La extracción no convencional de gas y petróleo del subsuelo siempre ha sido un tema de debate alrededor del mundo. Mientras que algunas naciones lo prohíben debido a los daños que puede causar, otras encuentran en su práctica una amplia fuente de recursos. Este es el caso de Estados Unidos, Canadá, México, China, Argentina, Reino Unido, Alemania y Australia, que hoy en día son los únicos países que llevan a cabo el fracking de forma regulada.

En ese aspecto, es posible afirmar que los tres tenores de esta práctica en el mundo son, precisamente, las tres naciones que conforman América del Norte. Dicho calificativo se debe principalmente a que sus regulaciones apuntan a realizar estas actividades de manera sostenible y amigable con el medio ambiente.

Para 2015, el Gobierno de Estados Unidos estableció las reglas más estrictas sobre el desarrollo del fracking en los pozos ubicados en territorio federal y las áreas subterráneas, bajo el liderazgo de la Oficina de Administración de Tierras. Algunas de las medidas incluyen otorgar información sobre el lugar exacto de la perforación, las características geológicas del terreno y los químicos utilizados durante el proceso, además de la implementación de medidas de seguridad en el almacenamiento de fluidos residuales.

El investigador y experto en política energética global de la Universidad de Columbia, Antoine Halff, aseguró que “el Gobierno ha determinado una dirección que envuelve la necesidad de adaptar estas prácticas a las necesidades y características de los terrenos donde se efectúa”.

En cuanto a Canadá, uno de los aspectos de mayor análisis a la hora de implementar el fracking es la sismicidad, que es la principal consecuencia de las perforaciones en los pozos de agua según estudios de Seismological Research Letters. Ante este escenario, el gobierno de Justin Trudeau exige acciones como limitar el fracking superficial y controlar las licencias de perforación a partir de demostraciones que prueben la vinculación de la extracción de petróleo y gas con la generación de sismos y temblores en dicha zona.

Por su parte, el Gobierno mexicano enfocó la metodología de autorizaciones para perforación hidráulica en las comunidades aledañas a las zonas de extracción.

En base a ello, uno de los ítems más importantes para obtener autorización es priorizar el acceso al agua potable, de acuerdo con el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda). Además, los habitantes de dicho terreno deben tener “acceso total” a la información del proyecto, e incluso se demanda que tengan voz y voto dentro de las decisiones concernientes al mismo.

(El fracking es una técnica para extraer gas natural y petróleo de yacimientos no convencionales.)

Pasando a Asia, China define sus filtros más estrictos en materia de participación corporativa, pues las empresas internacionales que quieran realizar fracking deben asociarse a Cnpc y Sinopec, sus firmas locales, para participar en los concursos públicos. Además, esta actividad debe someterse a leyes relacionadas con el control de la contaminación ambiental, tanto atmosférica como provocada por desechos sólidos.

En el caso de Argentina, esta práctica está controlada por la petrolera YPF. A su vez, efectuó cambios en su legislación en 2012 para declarar como asunto “de interés público nacional” la autosuficiencia en la producción de hidrocarburos.

Con respecto al caso colombiano, el Consejo de Estado suspendió los actos administrativos para la exploración y explotación de hidrocarburos aprobados desde marzo de 2014 en la Resolución 90341 del Ministerio de Minas. Al respecto, el presidente de la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleos (Acipet), declaró que “es una decisión equivocada, pues nuestras normas son mucho más avanzadas que en otros países en temas de seguimiento”.

Vuelve la práctica 

Luego de diversos factores que llevaron a su prohibición, la perforación hidráulica regresó a naciones como Alemania, Inglaterra y Australia. 

Pese a que en el primer caso hay una prohibición estricta del Gobierno desde 2016, se pueden hacer perforaciones de prueba, aunque dependen del consentimiento del Estado.

Por su parte, en Inglaterra se cortó un veto de siete años al fracking que permitirá extracciones en la costa del condado de Lancashire. Un caso parecido se registra en Australia, donde se levantó la restricción a estos procedimientos con el propósito de “replicar la revolución estadounidense” en este campo.

Prohibido en Colombia

El pasado 10 de noviembre Consejo de Estado, máximo tribunal de lo contencioso administrativo de Colombia, suspendió las normas por medio de las cuales el Gobierno fijó los criterios para la exploración y explotación petrolera por medio de la fracturación hidráulica, conocida como “fracking”.

Así lo informó ese alto tribunal en un comunicado, en el que detalló que la “autorización en Colombia para la aplicación del “fracking” puede acarrear una afectación grave al medio ambiente y a la salud humana”.

La información agregó que la Contraloría estableció en 2012 la necesidad de “ajustar las medidas para autorizar la referida técnica al cuidado del medio ambiente y al principio convencional y constitucional de precaución”.

Según concluyó entonces el tribunal de cuentas, el “aumento de la sismicidad, la contaminación hídrica y la consecuente afectación de la salubridad provocadas por el “fracking” eran potencialmente riesgosas, con mayor razón si la técnica se desarrollaba en zonas de áreas protegidas y ecosistemas estratégicos, como los páramos”.

Asimismo, el Consejo de Estado manifestó que “son numerosos los estudios” que señalan que el “fracking” puede tener un impacto negativo en la preservación del medioambiente y la salud humana, razón por la cual “varios países han decretado su prohibición, condicionamiento o aplazamiento, hasta no cerciorarse sobre sus verdaderos efectos”.

Es por eso que el tribunal consideró necesaria aplicar una medida cautelar de suspensión provisional antes de implementar esa técnica en el país y que se debe aplicar “el principio de precaución, toda vez que aún cuando no existe certeza científica absoluta, sí hay pruebas mínimas de daños potenciales” del “fracking”.

“La providencia advirtió que la procedencia de la medida no es un prejuzgamiento, en tanto la decisión definitiva está deferida a la sentencia”, agregó la información. 

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Colprensa
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Lunes, 19 de Noviembre de 2018
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