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Palmicultores, en alerta por la importación de aceites

La reducción a 0% de aranceles de importación puede generar pérdidas de $220.000 millones.

Las medidas en materia de comercio exterior que está tomando el Gobierno Nacional para controlar la inflación, siguen generando malestar entre los diferentes gremios productivos del país.

Los últimos en manifestarse fueron los de la Federación Nacional de Productores de Palma (Fedepalma), que advirtieron sobre las pérdidas que puede generar en este sector, la reducción a 0% de los aranceles de importación para los aceites vegetales.

El impacto negativo para esta agroindustria será de $220.000 millones en seis meses, tiempo que dura la exención hecha por el Estado para estos productos. Esta pérdida, impulsada por la competencia de precios de aceites refinados que se daría con la entrada de productos desde el exterior sin el pago de ningún impuesto, representa el 13% de los ingresos del sector.

La oposición frente al decreto 343 de 2016, fue confirmada por 55 empresas, asociaciones y alianzas, que representan a más de 1.990 cultivadores de palma de aceite, quienes enviaron cartas a Fedepalma rechazando la decisión del Estado.

La agroindustria de la palma de aceite es una actividad que adelantan alrededor de 6.000 personas, en su mayoría pequeños y medianos productores, presentes en 125 municipios y 20 departamentos del país.

En Norte de Santander, aunque no se prevé una afectación directa porque en el departamento no se producen aceites refinados, indirectamente, por la fluctuación del mercado, se podrían ver afectadas cerca de 960 unidades productivas, que al año generan unos 3.500 empleos directos y 5.300 indirectos.

La federación de palmicultores explicó, además, que al permitir la llegada de aceites crudos y refinados de países como Malasia e Indonesia, en donde la producción se hace con subsidios de sus respectivos gobiernos, se desincentiva la industrialización y se menoscaba el consumo doméstico de aceite de palma de producción nacional.

De acuerdo al análisis hecho por Fedepalma, la reducción del arancel con el objetivo de controlar la inflación no tiene ningún sentido, porque el peso de este tipo de productos en el costo de vida de los colombianos es apenas del 0,1%.

Para los palmicultores también resulta contradictorio que mientras  el presidente Juan Manuel Santos pone en marcha planes para reactivar la producción agrícola del país, como ‘Colombia Siembra’, en donde se esperan cultivar un millón de hectáreas nuevas (150.000 de ellas de palma),  al mismo tiempo esté anunciando medidas como la liberación de aranceles para las importaciones, que afectan a productores y empresarios de todo el país.

*Redacción Económica

Viernes, 4 de Marzo de 2016
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