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Economía
¿Por qué no hay billetes en Venezuela?
La inflación en el país cerrará este año entre 600% y 700%, se espera que los nuevos billetes faciliten las transacciones.
Sábado, 10 de Diciembre de 2016

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acaba de anunciar la puesta en circulación de nuevos billetes de mayor denominación, en medio de la espiral inflacionaria que angustia al país vecino.

Es la primera aceptación pública sobre la próximas emisiones de billetes de 500 bolívares y de hasta 5.000 bolívares, cuando el papel moneda de mayor valor es hoy de 100 bolívares.

De acuerdo con informes no oficiales, la inflación cerrará el año en entre 600 y 700 por ciento, superando la mayor tasa histórica registrada a comienzos de los años 90, que superó por poco el 100 por ciento.

Se espera que los nuevos billetes faciliten las operaciones cotidianas, en momentos en que el cambio del dólar en el mercado negro alcanzó los 4.400 bolívares, lo que hizo más vulnerable el valor de la moneda local.

Inflación galopante

Desde 2003, el Gobierno impuso un férreo sistema de control de cambio, que actualmente tiene dos tasas, una preferencial de 10 bolívares por dólar, y otra complementaria de 660 bolívares por dólar.

El presidente Maduro ha denunciado en forma reiterada que desde la oposición se continúa con una “guerra económica”, pues hoy el sistema bancario fue blanco de un “ataque cibernético a la plataforma de operaciones por internet”. Dijo que debido al “ataque” se hicieron lentas las operaciones con tarjetas de débito.

También, él mismo y funcionarios chavistas como el gobernador del Táchira, José Vielma Mora, dicen que desde Cúcuta y las casas de cambio igualmente se participa en esta “guerra económica”.

¿Por qué no hay billete?

Luis Vicente León es un experto venezolano que conoce bien los recovecos y avizora las perspectivas y rumbos de la economía de su país. Es el presidente de Datanálisis, una de las firmas encuestadoras más reconocidas.   

Para León, responder esta pregunta podría llevarnos por varias respuestas distintas. La primera sería tratar de explicar por qué la gente no tiene dinero para enfrentar sus necesidades básicas y le toca hacer malabares para sobrevivir a una crisis cuya peor parte es que podría haberse evitado con un conjunto de políticas racionales probadas con éxito hasta el cansancio. En ese caso, la respuesta estaría en el modelo intervencionista de la revolución bolivariana y en su falta de decisión para reconocer su error y cambiar.

En recientes artículos de prensa, León sostuvo que la alta inflación mató al bolívar fuerte y pronosticó que los nuevos billetes de la misma denominación perderán vigencia si no se controla la espiral inflacionaria.

Sobre la escasez de billetes, León escribió lo siguiente: “El hecho de que en un país donde hay que jalar mecate (cuerda o soga) para que te vendan un litro de leche, un antibiótico o un repuesto (además) haya que preocuparse por ver cómo consigues billetes es como demasiado. El hecho de que la gente tenga que preguntarse por qué no consigue efectivo para sus transacciones cotidianas o por qué su banco limita la cantidad de dinero efectivo que pueden retirar de sus cuentas ya son parte de la angustia de vivir. Pero es lo que hay. Entonces, en vez de plantearnos una discusión sobre los retos económicos del país, mejor nos dedicamos a explicar cómo es que, además de la escasez de pollo y arroz, en Venezuela no hay suficientes billetes de 100”.

Otros expertos como Gustavo Noguera y Richard Obuchi recuerdan que el billete de cien bolívares de 2008 tenía una capacidad de compra equivalente a diez mil bolívares de hoy. Es decir: que para pagar hoy un bien o servicio por el cual en aquel momento entregabas un billete de cien, ahora tendrías que llevar una paca de cien billetes de cien.

Misión imposible

El presidente de Datanálisis hace también el siguiente planteamiento: “Cuando un venezolano común necesita sacar del cajero electrónico de su banco el equivalente a cien bolívares de aquella época, ahora tiene que pedirle a la misma maquinita que le dispense cien billetes de cien. Y ésa es una tarea inviable, porque esos aparatos no están diseñados ni rellenos con suficientes billetes para eso. Y todo esto sin contar con el hecho de que, ante la falta de divisas y repuestos, la banca ha tenido que responder eliminando cajeros automáticos de su red para llevarlos a una chivera particular donde se canibalizan para poder mantener funcionando los que quedan… por ahora.

“Para repartir por todo el país el mismo valor real del efectivo que se llevaba a las cajas de los bancos y a sus telecajeros en 2008, hoy habría que hacer 100 veces los viajes en camión blindado de aquella época. Y eso implica pagar cien veces más en costos de transporte (y eso suponiendo que hay camiones suficientes y que esos camiones tienen cauchos para rodar).

“Y pongámosle la guinda a la torta: sólo la tinta y el papel que se necesitan para producir un billete de 100 bolívares de hoy son mucho más caros que cien bolívares. Algo que indica que mientras más billetes de 100 se impriman, peor para el presupuesto de la Nación”.

“Más escaso que billete de 100”

El experto Luis Vicente León dice que puede dar 100 razones para explicar por qué no hay billetes, pero señala que unas pocas, como las siguientes, sean suficientes para entender el insólito caso de un país donde no hay billetes. Ni arroz. Ni azúcar. Ni pasta. Ni papel higiénico... Ni del otro para imprimir más billetes…

“La racionalidad indicaría que, para atender operativamente el problema, el Banco Central de Venezuela tendría que emitir billetes de más alta denominación o reversar su operación de quitar tres ceros a la moneda y más bien ponerle tres más. Sin embargo, eso tampoco atendería el problema central.

“No importa cuántos ceros le pongas o le quites al billete: su valor se pulveriza si no rescatas la confianza. Y aquí la confianza está más escasa que un billete de cien”, escribió León en uno de sus más recientes artículos de prensa.

Resumen de agencias

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