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Producción de palma en Colombia espera repunte del 5% en 2019

Las zonas Norte, Central y Sur Occidental experimentaron crecimientos de 7%, 5% y 13%.

La caída de los precios internacionales, la revaluación del dólar, el desorden en la comercialización local por las nuevas disposiciones regulatorias y las importaciones provenientes de Ecuador, hicieron que el 2018 fuera un año difícil para la palmicultura colombiana.

Jens Mesa, presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma), dijo que como efecto de la coyuntura actual, “el valor de la producción de aceite de palma crudo y almendra de palma se contrajo un 9 % al pasar de $3,7 billones en 2017 a $3,4 billones en 2018, lo que afectó la liquidez y rentabilidad de los productores”.

En ese sentido, la cotización Bursa Malasia (Bolsa de valores de Malasia) para el aceite de palma crudo registró una caída de 9,2 % al pasar de 629 dólares por tonelada en 2017 a 571 dólares por tonelada en 2018.

En el ‘Balance y perspectivas de la agroindustria 2018 -2019’, Mesa destaca que la cotización alcanzó su mínimo histórico, durante los últimos 10 años, al llegar a 469 dólares por tonelada en noviembre de 2018. 

“Aunque la coyuntura de precios bajos afecta la rentabilidad de los proyectos productivos del sector, los palmicultores no pueden olvidar que el aceite de palma es un commodity y la volatilidad de precios es una condición que deben saber manejar, porque es propia de los cultivos de largo plazo”, explicó el dirigente gremial.

Producción estable

Colombia es el primer productor de aceite de palma del continente y alcanzó un récord de producción de 1,6 millones de toneladas en 2018. La cifra significa un leve incremento del 0,2 % en comparación al histórico crecimiento del 40 % presentado en 2017.

El líder gremial señaló que las zonas Norte, Central y Sur Occidental experimentaron crecimientos de 7 %, 5 % y 13 %, respectivamente.

El presidente ejecutivo dijo que las exportaciones mostraron un comportamiento al alza, las cuales representaron más de 53 % de total de la producción, esto debido a la pérdida de participación en el mercado local como efecto del incremento de las importaciones.

Las importaciones aumentaron por causa de dos circunstancias: en primer lugar, por las distorsiones regulatorias derivadas de la fijación de precios de biodiésel, lo cual genera que los productores vean mejores condiciones al exportar que vender a este mercado.

En segundo lugar, los precios de venta de aceite de palma en Ecuador no reflejan su costo de oportunidad, ubicándose por debajo de los precios en Indonesia, por lo que las condiciones de venta del mercado colombiano son la mejor opción para la producción ecuatoriana.

“El sector palmero ecuatoriano perdió el mercado de Venezuela y viene afrontando una difícil situación en la que se han conjugado problemáticas fitosanitarias, comerciales e incluso gremiales”, destacó el vocero de Fedepalma en el informe.

Según la información de la Asociación Nacional de Cultivadores de Palma Aceitera (Ancupa), la enfermedad de la pudrición del cogollo afecta cerca del 60 % de área sembrada con palma en Ecuador y que esa crisis fitosanitaria es, en buena medida, resultado de las deterioradas condiciones de comercialización en dicho país, donde los precios de compra del fruto de palma han estado alrededor de 100 dólares por tonelada, mientras que los costos de producción oscilan entre 125 y 130 dólares, situación que impide financiar las labores de fertilización y de control fitosanitario.

“Desde Fedepalma le hacemos un llamado al Gobierno para que revise la permanencia de Colombia en la Comunidad Andina (CAN) porque la difícil situación de Ecuador ha ocasionado una mayor afluencia de importaciones sin cumplir con la normativa de comercialización que se aplica a la producción nacional y esto ha desplazado nuestro aceite hacia los mercados internacionales”, explicó Mesa.

Movimiento en contra

Según el líder gremial se está gestando un movimiento en contra de la palma de aceite por reclamos de sostenibilidad que tienen un trasfondo comercial.

“La palma de aceite es un cultivo mucho más joven que otras oleaginosas en el ámbito internacional y, en virtud de su alta productividad por hectárea, requiere menor cantidad de tierra para producir una tonelada de aceite”, indicó.

Por esta razón, los aceites de palma se ubican en el primer lugar dentro del ranking de la producción mundial de aceites y grasas vegetales, al consolidar más de 33 % de la oferta mundial de estos productos.

Esta situación ha afectado el statu quo de competidores que producen aceites a partir de otros cultivos, presionando campañas de desprestigio sobre el aceite de palma, la proliferación de mensajes negativos y afirmaciones engañosas sobre nutrición, salud o medio ambiente”, denunció Mesa.

En el mercado europeo este producto enfrenta campañas en contra de su consumo comestible por sostenibilidad, a través de las etiquetas de ciertos productos con el aviso “libre de aceite de palma”, en supermercados de Francia, Italia, España e Inglaterra, entre otros países. 

Mesa también indicó que la nueva Directiva de Energías Renovables de la Unión Europea y su posterior reglamentación, califica al aceite de palma como de “alto riesgo” de cambio indirecto en el uso del suelo, con lo que podría disminuirse el consumo de aceite de palma para biodiésel en los próximos años en este continente porque no calificaría como un combustible renovable.

“La moción surge, aparentemente, como reacción a la preocupación por los cuestionamientos de las prácticas ambientales en el desarrollo del cultivo de palma de aceite en Malasia e Indonesia, lo cierto es que reviste intereses y preocupaciones eminentemente comerciales en pro de la defensa de las oleaginosas europeas, y se empieza a convertir en un movimiento que busca cerrar mercados a los productos de origen tropical”, aclaró el directivo gremial.

Mesa señaló que este movimiento en contra de la palma de aceite en Europa es preocupante para el sector palmero colombiano, porque el 60 % de las exportaciones van a este continente.

“Esperamos que la Comunidad Europea conforme con los estudios que ha referenciado al Parlamento Europeo, otorgue un tratamiento diferencial a los 12 países productores de aceite en donde la deforestación por expansión de la oleaginosa es menor al 10 %”, destacó.

Proyecciones para 2019

Mesa manifestó que las perspectivas de producción de aceite de palma, se espera que supere las 1,7 millones de toneladas este año, lo que equivaldría a un aumento de 5 % frente a 2018.

“El año pasado hubo importantes avances en la consolidación internacional de la palmicultura colombiana, como una alternativa sostenible para los distintos mercados, en especial para el europeo”.

Mesa dice que Colombia tiene condiciones naturales para desarrollar la producción de muchos subsectores, pero para que esto se materialice, se requieren buenas perspectivas internacionales y es indispensable que se reduzcan los costos del país y se ofrezcan condiciones adecuadas de competitividad.

“Esperamos que el Gobierno ponga punto final al desorden en la comercialización local del aceite de palma, con una correcta lectura de la metodología del Fondo de Estabilización de Precios (FEP) Palmero y la fórmula del Ministerio de Minas y Energía para el biodiésel”, finalizó Mesa.

 

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Miércoles, 20 de Marzo de 2019
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