Agrupaciones ambientalistas de Guatemala, El Salvador y Honduras solicitaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que recomiende a los Estados prohibir el uso de los agrotóxicos y detener la expansión de los monocultivos.

“Lo que pedimos a la Comisión es que, bajo el principio precautorio, pida a los Estados la prohibición de los agrotóxicos, así como la prohibición de los monocultivos”, declaró Yanira Cortez, de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES).

El Instituto de Estudios Agrarios y Rurales de Guatemala, y la Asociación FIAN Honduras destacaron el impacto negativo que tiene el monocultivo de la caña de azúcar, la palma aceitera y el banano.

En los monocultivos, según Cortez, se utilizan “grandes cantidades” de agrotóxicos que afectan el agua, la alimentación y la salud de la población, sobre todo en las regiones más pobres.

Los ambientalistas de Guatemala también denunciaron la “persecución y amenazas” que reciben por oponerse a las prácticas agrícolas que a su juicio atentan contra los derechos de la población.

Para el hondureño Mario Nuila, de la Asociación FIAN, “el monocultivo es una política de Estado que está desplazando a comunidades indígenas y comunidades campesinas que por años han trabajado las tierras”.