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Economía
¿Qué pasaría si nuestra economía se dolarizara?
Las posibilidades de que esto ocurra en el país son de una en un millón.
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Daniel Villán Bustamante
Sábado, 24 de Agosto de 2019

La dolarización es una decisión que no tiene retorno al estado previo. Una vez tomado ese camino, muchas cosas son irreversibles”. Así define el economista ecuatoriano Daniel Godoy la decisión de un gobierno de cambiar su moneda por el dólar.

La idea es considerada “descabellada” por Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, pero para muchos colombianos ganar un salario en dólares y que la economía local se manejara en esta moneda, “aumentaría” su poder adquisitivo.

Sin embargo, las posibilidades de que esto ocurra en el país son de una en un millón. Los analistas consultados concordaron en que a pesar de la coyuntura actual del dólar, la guerra comercial entre China y Estados Unidos, y los vientos de recesión que llegan desde Europa, el país no necesita dolarizar su economía. El precio de la Tasa Representativa del Mercado (TRM) cerró la semana pasada en $3.399, a raíz de los aranceles de última hora que se pusieron Estados Unidos y China.

¿Por qué se dolariza una economía?

Juan Felipe Bernal, director del doctorado en Economía de la Universidad Javeriana, explicó que la dolarización es un término que se usa para referirse a los países que han cambiado su moneda doméstica por una extranjera buscando generar mayor estabilidad y confianza macroeconómica.

“Han dolarizado su economía países caribeños muy pequeños que eran considerados paraísos fiscales y otros como Ecuador y El Salvador que pasaron por hiperinflaciones que los imposibilitaron de construir independencia y buena reputación de su banco central”, explicó Mejía.

Bernal manifestó que en los países donde se aceptó la dolarización la moneda doméstica perdió su valor, lo que generó caos e incertidumbre en la economía. Por eso, para dar seguridad y confianza a los inversionistas extranjeros, adoptaron la moneda de otro país que tuviera buen manejo macroeconómico y una autoridad monetaria diferente a la nacional.

Uno de los problemas que conlleva la dolarización de la economía es que los países renuncian al manejo de su política monetaria.

Mejía explicó que este tipo de economías no cuentan con la posibilidad de definir sus tasas de interés, “un instrumento que puede usar el Banco de la República para incentivar la demanda agregada y el consumo de los hogares”.

Por otra parte, Colombia se alejó hace muchos años de tener una tasa de cambio fija por las políticas monetarias que le dan la potestad al mercado de definir el precio de las divisas.

“En el país, el precio del dólar lo define la oferta y la demanda. Si el país adoptara una moneda extranjera sería la forma más extrema de tipo de cambio fijo”, explicó Bernal.

Mejía agregó que una economía como la ecuatoriana ante un periodo de volatilidad y desaceleración económica tiene que hacer ajustes con una caída de precios. “Un proceso de deflación toma mucho tiempo, es muy costoso y necesita de ajustes en los salarios”, puntualizó.

El caso de Ecuador

El dólar llegó a la economía ecuatoriana el 9 de enero del 2000, cuando el presidente de la época, Jamil Mahuad, sorprendió en cadena nacional anunciando que la moneda americana se adoptaba como oficial. 

Salatihel Toral, activista político y estudiante de economía de la Escuela Superior Politécnica del Litoral en Guayaquil, explicó que los administradores de la política monetaria abusaron de la emisión de moneda (Sucre) para contrarrestar el déficit fiscal.

“Esto generó una creciente inflación y depreciación del Sucre. Pero la dolarización nos incapacitó en el uso de una política monetaria, lo cual cambió nuestra forma de administración a nivel económico”, dijo.

El economista ecuatoriano Daniel Godoy explicó que este proceso permitió una mejor planificación de la inflación, la cual se ha mantenido en un dígito desde el nuevo milenio.

“La dolarización brindó un ambiente de confianza que se tradujo en un aumento del consumo, del ahorro y del crédito, mostrando un crecimiento completo de la economía”, indicó Toral.

Sin embargo, Godoy resaltó que la falta de control de la moneda hace que la política fiscal sea el único mecanismo que tiene Ecuador para defenderse de la coyuntura internacional.

Godoy agregó que “la liquidez del país depende del ingreso neto de divisas, de los dólares que entran a la economía por las exportaciones, ventas de activos y remesas. Pero esto es peligroso cuando las divisas salen del país por importaciones o compras en el exterior”.

Según datos del Banco Mundial, la tasa de desempleo de Ecuador tuvo un aumento drástico desde el 2000 hasta el 2003, donde alcanzó su punto más alto en la historia (5,6 %). Mientras que el desempleo cayó a partir de ese año, alcanzado su punto más bajo durante el 2007 (3,1 %).

Toral manifestó que los salarios reales aumentaron con la dolarización, a pesar de que el mercado laboral tardó en adaptarse a las nuevas condiciones y que el sector empresarial respondió de forma restrictiva.

“Hoy, la economía es dependiente de los flujos de inversión. Colombia recibe mucha más inversión que Ecuador, pero este flujo debe ser de capitales reales que se queden en la economía del país como proyectos”, agregó Godoy.

Para el economista, la dolarización al final del día controla los precios y genera retos en competitividad a los que las empresas aún no se han acostumbrado. “Hay productos importados que se vuelven más baratos que los nacionales, por eso las empresas tienen que ser más productivas porque la competitividad de Ecuador se ha visto afectada y la salida de divisas afecta el consumo interno”.

En Argentina volvió a escena la propuesta de la dolarización, tras una columna publicada por el periódico Wall Street Journal que reabrió el debate de implementar la medida porque los mercados predicen que este año habrá una contracción de más de 2 % y una inflación del 40 %.

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