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Regiones, aliados indispensables para la inversión

Un balance de José Manuel Restrepo Abondano, ministro de Comercio, Industria y Turismo.

El primer trimestre del año no solo dejó buenas nuevas al país por cuenta de las señales de recuperación que ha dado la economía –impulsada por sectores estratégicos como la industria manufacturera y el comercio–, sino por el alentador desempeño reportado por la Inversión Extranjera Directa (IED) que dejó en evidencia –como lo muestran las cifras de la Balanza de Pagos del Banco de la República– tres trimestres de alza continua, un repunte de la confianza de los empresarios en nuestro país y, también, una participación activa de las regiones en la materialización de diversos proyectos. 

Esto, en resumidas cuentas, significa que en el primer trimestre de 2019 la Inversión Extranjera Directa (IED) totalizó los US$3.335 millones (de esta suma, US$1.872 millones correspondieron a inversión no minero-energética). Este volumen de inversiones mostró un crecimiento del 68,4% –en comparación con el mismo periodo de 2018– reflejado no solo en sectores típicos como el minero-energético, sino en otras áreas de la economía colombiana como la industria manufacturera, el transporte, el almacenamiento, la distribución de electricidad, gas y agua, las telecomunicaciones, el agro, entre otros potenciales generadores de empleo y expansión económica.

Los resultados, por otra parte, también dejan claro el rol estratégico de los actores del desarrollo productivo regional como los gremios, las cámaras de comercio, los empresarios, las autoridades departamentales, entre otros. Todos ellos han sido fundamentales para concretar en múltiples zonas de Colombia las expectativas del Gobierno Nacional –y por supuesto de los inversionistas– alrededor de ambiciosas iniciativas que empiezan a tomar forma y, por supuesto, a jalonar el crecimiento del empleo.

Aunque el renglón minero-energético ha tenido un peso importante en el volumen de Inversión Extranjera Directa, la mayor destinación de capitales foráneos a otros sectores del tejido empresarial de las regiones, como por ejemplo las manufacturas, habla con claridad del interés que hemos recibido de los empresarios en invertir en un destino que ofrece reglas claras, estabilidad jurídica e institucional y, también, importantes estímulos tributarios.

Y más allá del interés, los hechos ya empiezan a ser concretos: para poner un ejemplo, en un sector como las manufacturas, la Inversión Extranjera Directa reportó el destacable aumento del 301,8% en el primer trimestre, sumó US$515 millones y contribuyó con 19,5 puntos porcentuales a la variación (más que el sector petrolero el cual aportó 18,3 puntos porcentuales).

Los números que ya refleja la balanza cambiaria comienzan a mostrar que la estrategia del gobierno del presidente Iván Duque para hacer de la inversión un motor de recuperación económica está dando sus primeros frutos. Este plan, vale recordarlo, está diseñado para otorgar incentivos al aterrizaje de mega proyectos de IED, lograr una optimización regulatoria (disminuir el exceso de normas que le dificulta la vida al empresario), desarrollar esquemas tributarios ajustados a las particularidades de cada sector, repotenciar el modelo de zonas francas, promover estrategias red carpet (herramientas tributarias, institucionales, regulatorias, jurídicas y financieras que hacen más atractivo al país) y poner en marcha el modelo de Regiones de Internacionalización Prioritarias (Reip).

Las regiones están llamadas a ser protagonistas de la atracción de la inversión. Y por ello, con la figura de Regiones de Internacionalización Prioritarias (Reip) ya trabajamos con los actores del desarrollo productivo de los departamentos en cómo identificar ámbitos locales de valor que jalonen los capitales foráneos, en procurar el aterrizaje de importantes empresas ancla, en promover estrategias para fomentar la actividad exportadora y, por supuesto, en el avance de los encadenamientos productivos.

Un buen ejemplo de este llamado que ya atienden las regiones es la construcción de la Reip Eje Cafetero – Valle del Cauca. En esta iniciativa está no solo el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, sino Planeación Nacional, ProColombia, las Comisiones Regionales de Competitividad, las cámaras de comercio y otros actores del desarrollo productivo. Las cartas están sobre la mesa y los planes apuntan, por ejemplo, a cómo aprovechar mejor los acuerdos comerciales que el país tiene vigentes, a estructurar un portafolio de proyectos de infraestructura y a promover esta Reip.

En cuanto a los sectores estratégicos definidos por el Gobierno Nacional, es clave reiterar aquí que buscamos jalonar cada vez más inversiones hacia sectores que ofrecen grandes oportunidades a la iniciativa privada como infraestructura (portuaria y vial), construcción, economía naranja (industrias creativas), turismo (ecoturismo, hotelería, parques temáticos), agroindustria, químicos, metalmecánica, energías renovables, entre otros renglones con alto potencial de expansión. Para lograrlo tenemos el respaldo de la Ley de Financiamiento la cual puso reglas de juego claras a la llegada de mega inversiones (iguales o mayores a los US$330 millones). 

Los buenos resultados en materia de inversión nos estimulan como Gobierno, pero de igual forma nos comprometen no solo a jalonar la llegada de capitales a nuevos sectores de la economía sino a promover el emprendimiento (como fuente de crecimiento), a generar equidad por la vía de la generación de empleo y a materializar la construcción de equidad con una mejor educación y un despliegue contundente de la política social. Para lograrlo, necesitamos el apoyo irrestricto de los actores del desarrollo productivo regional y, por supuesto, de las autoridades departamentales y locales. 

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Sábado, 8 de Junio de 2019
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