El presidente de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, como anticipo a las reuniones que se adelantaran en los próximos días entre el Gobierno y las agremiaciones empresariales y sindicales, puso sobre la mesa que el aumento del salario mínimo para el 2023 debe ser del 13,5%, teniendo en cuenta la inflación estimada para el cierre de 2022.
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“La suma de una inflación esperada para 2022 del 12,3% y un estimado de crecimiento de la productividad total de los factores de 1,2% indican que técnicamente el salario mínimo debería aumentar en un 13,5% en 2023”, afirmó Mejía.
Entre los factores que se deben tener en cuenta para dicho aumento, Mejía asegura que se deben contemplar los siguientes componentes: por un lado, las desaceleración del crecimiento económico para el próximo año que pasará de 7,7% en 2022 a 1,5% en 2023, así mismo, la incidencia en la informalidad laboral la cual continúa cerca del 60% en el total de la población ocupada.
También, se debe tener en cuenta, la alta tasa de desempleo, que a pesar de registrar un crecimiento de la actividad económica cerca al 9% en 2021 y 2022 esta continua continua en un promedio por encima del 11% y por último la mitad de los ocupados en Colombia tienen ingresos menores al salario mínimo.
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Por su parte, la Alianza de Asociaciones y Gremios (Aliadas), asegura que, un incremento del salario mínimo superior a la inflación generará brechas entre el mercado formal e informal de trabajo porque será más costoso contratar mano de obra, y seguramente hará más difícil disminuir la informalidad laboral.
Así mismo aseguran que, los proyectos de ley que se están adelantando en el congreso, relacionados con la reducción de la jornada diurna hasta las seis de la tarde, también aumenta el recargo de dominicales y festivos a un 100%, lo cual impacta directamente los costos laborales.
Un tema que preocupa a diferentes sectores, de acuerdo con el director del Centro de Estudios Económicos (ANIF), Miguel Largacha, pidió tener mesura en el alza del salario argumentando que se deben tener en cuenta los vientos de recesión que se anuncian para 2023, la situación de déficit fiscal, devaluación, inflación y deuda.
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