El 26 de noviembre empezará la discusión que tendría como base la inflación anual.
El comportamiento de la inflación que ya llega al 4,3% y que se tiene proyectado que para fin de año llegue a 5%, será uno de los factores primordiales para el aumento del salario mínimo para 2022.
De acuerdo con el ministerio del Trabajo, el Gobierno convocará a la Comisión de Concertación de Política Salarial y Laboral el viernes 26 de noviembre y de esta manera iniciar las negociaciones.
Para Mario Zambrano, economista y coordinador de la encuesta Cúcuta Cómo Vamos, el aumento del mínimo debe estar atado a la productividad y la inflación, como ejes principales.
“Hay varias teorías con respecto a cuál sería el aumento ideal del salario, sin embargo, este es un proceso de negociación política y hay que ver cómo está el poder de negociación entre los implicados. Pero técnicamente, la inflación es un soporte básico para lograr ese incremento”, sostuvo Zambrano.
Y recordó que en medio de esa negociación a veces se pierde del foco y se termina obviando una discusión de fondo que llevaría a mejorar la capacidad productiva de las empresas y al fortalecimiento del capital humano.
“Deberíamos no obviar como esos salarios pueden mejorar la capacidad productiva de una región y como se mejorarían esas políticas públicas pendientes”, dijo Zambrano.
Por su parte Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, manifestó que si la productividad laboral se mantiene, se podría prever un incremento del salario mínimo “entre 6 % y 6,5 % ”
De llegarse a dar un aumento como el que se proyecta, el salario mínimo podría pasar de $908.526, a un rango entre $963.038 y $967.580.
No obstante, prevén que, en medio de la concertación, se discutirá si un alza salarial de mayor magnitud puede afectar la recuperación de los puestos de trabajo.
Zambrano dijo que las teorías también hacen reflexionar sobre si el aumentar el salario por encima de la inflación en ciudades como Cúcuta, tendría como consecuencia que los empresarios no tuvieran para solventar los costos salariales para contratar y esto podría aumentar la informalidad a la hora de contratar, sin embargo, hay quienes tienen la teoría de que el salario debería tener un aumento entre el 10 %o el 12 % dado que esto podría mejorar el consumo y reactivaría la economía.
David Card, ganador del Premio Nobel de Economía, por sus contribuciones empíricas a la economía del trabajo, concluyó de sus investigaciones que el aumento del salario mínimo no supone necesariamente una reducción del empleo.
Ahora el reto para la comisión será lograr un equilibrio entre no afectar la capacidad adquisitiva de los hogares y no aumentar el desempleo y la informalidad.