Las empresas dejarán de ser calificadas por el número de empleados y el volumen de activos que tienen, esto a raíz de un decreto del gobierno que cambió el método de medición y lo sectorizó por manufacturas, servicios y comercio.
El decreto 957 del 5 de junio de 2019 estableció que para la nueva clasificación de tamaño empresarial se tendrán en cuenta los ingresos anuales de la respectiva empresa.
José Manuel Restrepo, ministro de Comercio, Industria y Turismo, afirmó que la nueva disposición es más cercana a la realidad del tejido empresarial ya que reconoce las diferencias sectoriales.
Ana Jaimes, directora regional de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), dijo que la medida no tiene impacto en las mipymes porque se hizo un estudio cuantitativo para saber cuantas empresas estaban en cada rango y se identificó que los topes de ingresos de estas empresas son las que se hicieron en el decreto.
“Esto quiere decir que el número de mipymes siguen siendo las mismas y lo que cambió realmente son las condiciones para las futuras empresas”, agregó Jaimes.
Los nuevos umbrales fijados para cada uno de los macrosectores son: para manufactura, las empresas son micro si tienen ingresos inferiores o iguales a $811 millones al año, son pequeñas hasta $7.027 millones y medianas hasta $59.527 millones.
En servicios las microempresas tienen ingresos hasta $1.131 millones, pero si crecen a $4.523 millones pasan a ser pequeñas y para ser medianas podrán conseguir hasta $16.558 millones anuales.
Finalmente, la categoría de comercio califica a las micro con ingresos de hasta $1.535 millones, las medianas serán aquellas con flujo hasta $14.781 millones y las medianas tendrán un tope de $74.066 millones.
Según el decreto las empresas que no clasifiquen en los tres sectores estipulados deberán usar los umbrales del macrosector de manufactura y en las que tengan más de una actividad económica, su tamaño será determinado por la actividad que reporte el mayor volumen de ingresos.