Decía la presidenta de ProColombia, Flavia Santoro, que un factor para la potencialización del comercio exterior es el bilingüismo. En ese asunto, Norte de Santander debe de dar pasos más agigantados para contar con este valor del conocimiento que tiene un peso especial para la conquista del mercado externo.

Esto fue lo que ella le contestó a La Opinión cuando se le preguntó ¿qué se debe fortalecer en el tejido empresarial para aumentar exportaciones?: “hay campo para fortalecer el bilingüismo y para fomentar la cultura de diversificación de las exportaciones. Para eso, seguimos trabajando de manera conjunta con entidades de la región para apoyar el cierre de brechas de las empresas que les impiden conquistar mercados internacionales”.

Pero es evidente que para volver el bilingüismo un elemento natural entre los nortesantandereanos, la misión de llevar el segundo idioma tiene que hacerse desde el mismo colegio y luego continuar en la universidad y cubrir a los demás miembros de la población, con acciones desde instituciones idiomáticas especializadas.

Sin lugar a dudas que en ese punto estamos a años luz. En los establecimientos educativos la clase de inglés se cumple pero nada más y en la educación superior se solicita un curso especial para  poder graduarse, simplemente como un requisito.

Solamente quienes por vocación o porque necesitan viajar al exterior o en razón a su trabajo necesitan del conocimiento de otra lengua, distinta a la nativa, adelantan cursos especializados para tener la experticia necesaria que se les exige para poder desarrollar su labor.

Bilingüismo, dentro de todos los planes y proyectos que se les escuchan a la Alcaldía de Cúcuta y la Gobernación de Norte de Santander, debería tener un sitio de trascendencia, con estrategias y metas concretas.

Tener a la población con esta capacidad genera de por sí un elemento importante para el impulso a la actividad turística dirigida hacia visitantes  procedentes del extranjero.

Y volviendo a lo dicho por ProColombia, sin duda que es razonable que para efectuar los negocios con clientes internacionales, los contactos y exponer las correspondientes explicaciones, lo más adecuado es hacerlo en inglés, para el caso de contactos con compañías compradoras o vendedoras establecidas en países donde se habla ese idioma.

Dado que uno escucha al gobernador Silvano Serrano y al alcalde de Cúcuta, Jairo Tomás Yáñez, muy comprometidos con la educación, resultaría interesante que le metieran el hombro a un gran proyecto desde el preescolar hasta la universidad, en busca de que en el departamento y la ciudad el bilingüismo no sea algo exótico sino un asunto natural.

Hay que fortalecer el área de idiomas con más profesores y evitando que dicha materia educativa corra el riesgo de quedarse sin plazas cubiertas, para lo cual es indudable que debe pasar a ser un área de alta importancia por todo lo que puede generar tanto en la mejor formación académica y profesional, como para que la región mejore en competitividad económica y en desarrollo humano.

Recordemos que la educación es  una de las maneras para salir de la pobreza y una de las llaves contra la exclusión y, además, un elemento que ayuda a fortalecer la competencia de los trabajadores, porque a mayor conocimiento y capacidad, mejorarán incluso sus posibilidades de ascenso o de optar a otros cargos.

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