Como un motor pudiéramos decir que actúa el sector de la construcción de vivienda en Norte de Santander para ayudar a dinamizar la maltrecha economía nortesantandereana que con quiebras, cierres y más desempleo, recibió un fuerte golpe por la pandemia del coronavirus.
Lo ocurrido entre enero y febrero de este año es una prueba de ello, cuando por ejemplo se vendieron en la región 1.126 casas y apartamentos, que al compararlo nos arroja que en esos dos meses la comercialización equivalió a la cuarta parte de lo vendido en 2020.
Así nos podemos dar cuenta sobre cómo se obtienen buenos resultados al tener como respaldo una política de vivienda con la estrategia de los subsidios para motivar a los colombianos y nortesantandereanos a adquirir unidades habitacionales en las diferentes modalidades.
Otros datos también resultan interesantes para la región, que de los 41.526 subsidios asignados por el Gobierno Nacional en 2020 para el segmento de vivienda de interés social, recibió 1.823, con los cuales muchas familias pasaron de pagar arriendo a ser propietarias. Y en el campo de la vivienda no VIS, la cifra fue de 179 hogares beneficiados.
Y al observar la dinámica de la inversión de vivienda en esta parte del país, en un atípico y pandémico año como fue 2020, vemos que se situó en $567.000 millones en las compras de 4.316 viviendas nuevas.
Y lo bueno es que eso ocurrió en medio de una temporada en que se frenó buena parte del aparato productivo del país durante la cuarentena sanitaria obligatoria, lo que muestra la importancia que el renglón de la construcción tiene dentro de la economía nacional.
Ahora que precisamente se habla de que en el área metropolitana de Cúcuta se necesita hacer la tarea de generar 4.000 empleos mensuales para bajar los índices de desempleo, es indudable que en ese sector hay una gran posibilidad para ayudar a alcanzar dicha meta.
Así lo confirma lo dicho por Felipe Walter Correa, director del sistema habitacional del Ministerio de Vivienda, cuando comentó que Norte de Santander fue uno de los departamentos donde los empleos en el campo de la construcción tuvieron una recuperación significativa durante esta coyuntura. En 2020 se finalizó con 35.000 personas ocupadas, y 2021 comenzó con 24.000 trabajando en edificaciones.
Según cifras de Camacol, en este año, la proyección para el país es la creación de 150.000 nuevos puestos de trabajo y ventas de 209.000 unidades de vivienda, es decir, un 7 % más que en 2020.
Sin embargo, para que el buen comportamiento siga siendo una constante resulta urgente que desde el Gobierno se tomen algunas decisiones para destrabar ciertos procesos.
A la famosa tramitología es urgente ponerle punto final puesto que es culpable de que no hayan podido despegar 700 proyectos, como lo ha advertido Camacol Cúcuta Nororiente.
Los constructores han expuesto la urgencia de simplificar, racionalizar o eliminar engorrosos trámites, puesto que hay casos en los que se deben cumplir hasta 70 procedimientos, que a la larga pueden terminar siendo contraproducentes y poner en riesgo las inversiones tanto de los urbanizadores como de quienes deciden adquirir su vivienda propia.
