La Universidad de Pamplona y una veintena de colegios de Norte de Santander lograron una excelente calificación que debe de ser tenida en cuenta para insistir en la urgencia de no bajar la guardia y, por el contrario, trabajar con intensidad por la consolidación de un sistema educativo de calidad, que sea equitativo, inclusivo y universal.
Resulta alentador que el nombre del departamento figure en el ámbito nacional por el destacado papel alcanzado en el escalafón del Sapiens Research y porque el citado claustro universitario logró la acreditación en alta calidad otorgada por el Ministerio de Educación.
Hay que resaltar por ello al Cambridge School de Pamplona, el Instituto Nacional de Comercio, el colegio Sagrado Corazón de Jesús, el Instituto Técnico Mercedes Ábrego, la Escuela Normal Superior María Auxiliadora, el colegio Calasanz de Cúcuta, el Andino Bilingüe School, el Carmen Teresiano, Santa Teresa, Gimnasio Paraíso Antares, el Gimnasio Domingo Savio, Gimnasio El Bosque, el Santo Ángel, el Instituto Bilingüe Londres, La Salle, el Cardenal Sancha, el colegio Padre Luis Variara, Los Próceres, el Roosevelth, Santos Apóstoles, Colegio Provincial San José - Sede José Rafael Faria Bermúdez, Bethlemitas Brighton (sede Rafael Afanador y Cadena), Don Bosco School de Ocaña y en Villa del Rosario, al Gimnasio los Almendros.
De lógica que no podemos quedarnos ahí. Por tal razón, es la hora indicada para que la Gobernación y la Alcaldía, que han puesto a la educación en lugares de vanguardia, utilicen estos resultados en el impulso de un reforzamiento de la misma.
En la esfera de las instituciones educativas de carácter público, ha llegado el momento de llamar a los maestros, alumnos, padres de familia y directivos docentes a preguntarse: ¿por qué solamente cuatro colegios oficiales aparecen dentro de ese ranquin? ¿Si todos siguen los mismos parámetros fijados por el Ministerio de Educación, por qué no hay más de ellos mejorando las competencias y las calidades que les permitan tener acceso a ese importante medidor?
De lógica que se encontrarán abismales diferencias, pero esto es lo trascendental, hacer dicha autoevaluación, ponerla dentro de un diagnóstico y trabajarla con las respectivas secretarías para empezar a ir cumpliendo metas dentro de unos índices, que lógicamente requerirán reforzamientos de materiales, de profesores, de capacitaciones y de estrategias para corregir y mejorar.
La región tiene que salirse de ese bajo nivel competitivo de quienes cursan, teniendo como reflejo el hecho de que no puede dejarse arrastrar por este preocupante panorama detectado en el mismo Sapiens Research, según el cual de los 13.600 establecimientos educativos activos en Colombia, en esta oportunidad únicamente clasificaron, por sus rendimientos académicos, 924, es decir, el 6%.
En definitiva, es trascendental avanzar rápidamente en la estructuración del ‘Pacto por la Educación’ para responder a los retos de la sociedad actual a través de acuerdos sociales, voces y construcciones conjuntas que conviertan a Norte de Santander en un departamento líder en el campo educativo.
En cuanto al logro de la Universidad de Pamplona, la acreditación en calidad es un reflejo para 100.00 egresados que hasta la fecha han salido de ese centro de enseñanza, y una impronta para los 25.000 estudiantes que actualmente se preparan en sus aulas como futuros profesionales.
Ahora lo importante es mantenerse. Continuar escalando. El propio rector, Ivaldo Torres, ha dicho que la meta es lograr posicionar la universidad en los más altos estándares de calidad y proyectar la acreditación internacional.
La potencialización de la educación es la mejor manera que tiene la región para enfrentar recurrentes problemas como el desempleo, la pobreza y la misma violencia y los desafíos de impulsar la economía y reducir la pobreza y la desigualdad social.