Al ojear la tabla de posiciones del torneo de la B le encuentra uno razón a la poderosa frase expuesta por Lucas Andrés Pusineri como técnico del Cúcuta Deportivo: “Los jugadores se están matando por la camiseta”. Con cuarenta puntos se encuentra en el primer lugar. 16 fechas como equipo invicto. Una ventaja de diez puntos sobre el segundo mientras que al octavo le lleva una ventaja de 19 puntos.
Se trata de una campaña perfecta en la búsqueda del objetivo concreto de reconquistar un puesto en la A, lugar en el que la afición cucuteña, considerada como una de las mejores del país, quiere ver de nuevo al cuadro fronterizo en ese escenario, enfrentando a los más encopetados conjuntos del fútbol profesional colombiano.
Esas palabras del argentino muestran que los futbolistas rojinegros dejan todo en la cancha por los colores de la escuadra en la que juegan, en cumplimiento de la filosofía de la disciplina, la entrega, el coraje y el despliegue de las tácticas que en la semana definen y preparan con el entrenador.
¡Qué bien por ellos! Y qué bien que los aficionados más pequeños que los ven como un espejo para ellos también vestir la casaca cucuteña, tomen para sí el ejemplo de los actuales jugadores del club fronterizo que desde el terreno de juego en cada pase, en cada jugada y en cada gol, les envían un mensaje a los habitantes de la ciudad, de que no hay imposibles y que no se debe dejar de luchar en la búsqueda de las metas para vencer las dificultades.
Volviendo a la tabla de la B, el Cúcuta Deportivo, de los 16 partidos jugados hasta ahora, ha ganado 12 y empatado 4, con 32 goles a favor. La disputa desde el punto de vista estadístico le ofrece una cómoda ventaja al equipo, frente al segundo que ha ganado 9, perdido 4 y empatado 3.
Y mientras ya la afición sueña con el ascenso, el estratega argentino Lucas Andrés Pusineri también construye para sí una exitosa historia en el comienzo de su misión como técnico del fútbol profesional, desde el banco del Cúcuta Deportivo. Su impronta en el equipo la basa en el trabajo, la seriedad y el compromiso.
Un aspecto que llama la atención de Pusineri y que comprueba su determinación de dar el ciento por ciento en el logro de lo proyectado, es que tiene una vena de estudioso de la historia y de la gente de la tierra en que decidió quedarse para dirigir al Cúcuta, que en su momento llegó a ser muy mentado y respetado por su espectacular campaña durante su primera participación en la Copa Libertadores, luego de conquistar la primera estrella.
“Después me puse a estudiar la ciudad. Para mí es importante que acá se declaró parte de la independencia del país. Me gusta que haya un casco histórico donde Santander luchó”.
Estas palabras de Pusineri lo describen como alguien comprometido con lo que está haciendo y un analista que leyó entrelíneas la importancia de Cúcuta en la historia de Colombia, para inyectarles ese espíritu de lucha y de entereza a sus dirigidos. Es, por lo tanto, muy interesante lo que ocurre en esa perfecta sociedad entre el once cucuteño y el entrenador de origen argentino.
