La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile

Concejo e inseguridad

En la capital de Norte de Santander hay que tomar acciones urgentes y contundentes.

Teniendo en cuenta que entre los miembros del Concejo de Cúcuta la percepción que se tiene sobre la seguridad en la ciudad es de preocupación, sería importante que las expresiones planteadas se convirtieran en un documento público dirigido al Gobierno del presidente Gustavo Petro.

De la sesión secreta que dicha corporación tuvo con los delegados de la Policía y el Ejército, las conclusiones no deben quedarse en la órbita local, sino trascender a  las instancias de los ministerios de Defensa y del Interior y de los comandos de las Fuerzas Militares para que se encuentre el eco y las determinaciones requeridas de manera concreta y sin tardanza.

Por ejemplo exponerle al comando del Ejército, con mayor profundidad, el planteamiento expuesto de una zona de excepción en donde hagan presencia patrullas de militares  y de policía o de un ‘plan candado’ permanente para el control diario de las seis entradas y salidas de Cúcuta, por esas unidades combinadas.

Como el cabildo local es la expresión de la corporación coadministradora en que tienen asiento miembros de diferentes partidos políticos, es pertinente que se haga el esfuerzo de esa declaración abierta dirigida a los altos mandos para que se tomen las urgentes decisiones que frenen los incesantes hechos  de inseguridad y de violencia que parecen encontrarse en una cascada sin fin.

Escuchar a los cabildantes calificar con mala nota la problemática en esta materia, es reflejo de que en la capital de Norte de Santander hay que tomar acciones urgentes y contundentes, para detener situaciones como la que  afecta a la Comuna 10 donde hay una guerra territorial por el control del narcomenudeo con sus ollas, jíbaros y pistoleros que generan temor entre la comunidad.

Esto que suena a titular de crónica judicial es representación de una calamitosa situación que ha permeado a buena parte del territorio cucuteño, generando situaciones de alta peligrosidad para los habitantes de los barrios que quedan a merced de aquellas bandas que se apoderan de las zonas e imponen su  ley.

Pero si es el microtráfico uno de los ‘combustibles’ centrales de la inseguridad ciudadana en Cúcuta y la frontera, ¿qué está fallando en las operaciones contra ese delito? ¿Por qué en lugar de disminuir cada día más el negocio con sus tentáculos siniestros se fortalece?

Tal vez será necesario un cambio en los planes para combatirlo. Eso sería bueno que se lo expusieran los concejales a la Dirección de la Policía, mientras que aquí le deberían plantear a la Alcaldía que sin incurrir en una violación a los Derechos Humanos, sería menester llevar a los habitantes de calle que son consumidores de sustancias sicoactivas, a centros de recuperación y resocialización.

Ahora también debe esperarse una nueva estrategia dirigida por quien llega a la Secretaría de Seguridad Ciudadana, que debe hacer una recopilación de las necesidades que se tengan en materia de videocámaras, drones, motos, vehículos y otros elementos de tecnología de punta para dotar a la capital nortesantandereana de mejores elementos en su lucha contra los delincuentes.

Un asunto que se debe tener presente es que como frontera, tenemos presencia de lo que se conoce como las multinacionales del crimen, que han ido extendiendo su presencia e impactando la seguridad de los cucuteños, que ahora asisten atemorizados a las extorsiones e intimidaciones con granadas y al sicariato sin importar la hora o el lugar.

Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion

Image
La opinión
La Opinión
Miércoles, 29 de Marzo de 2023
Premium-home
Patrocinado por:
Logo Empresas
Temas del Día