La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile

Cuestión de prioridades

La educación de la población, que siempre debe ser la prioridad, en Cúcuta es solo un rubro presupuestal secundario.

La diferencia no está tanto en el monto de la inversión, sino en el sentido de ella. En su plan de desarrollo, Cúcuta puede invertir más billones que otra, valga el ejemplo Bucaramanga, pero la vecina capital hace más con menos al priorizar la educación sobre las obras físicas.

El de Cúcuta es el sexto más caro —y quizás costoso— plan de desarrollo de Colombia, después de los de Bogotá, Barranquilla, Medellín, Cali y Cartagena: 3,8 billones de pesos destinaron la Alcaldía y el Concejo para hacerlo realidad. El plan de Bucaramanga necesita solo 2,4 billones.

Pero, mientras Medellín Cali y Bucaramanga ponen la educación por sobre todas las otras necesidades, Cúcuta se inclina por un plan de megaobras, incluida una ciudad de hierro, que tendremos que pagar todos los ciudadanos, queramos o no. Así son las cosas.

Que haya planes municipales para que la Universidad de Pamplona instale sedes en cuatro barrios populares, para que los muchachos pobres puedan cursar carreras profesionales, es una buena idea, desde luego, pero no permite indicar que la prioridad del plan de desarrollo sea, precisamente, la educación.

Al respecto, vale la pena preguntar si las necesidades educativas en esos sectores coinciden con lo ofrecido: licenciaturas pedagogía en lengua castellana, comunicaciones, pedagogía infantil, educación artística y cultural, contaduría y economía. Posiblemente no.

Un detalle permite percibir lo importante que es la educación para el alcalde de Medellín: le destinará 3.5 billones de pesos, con el fin de que 47 mil estudiantes ingresen a la jornada única (hoy hay 2.800). Criterios como ese sí de verdad resultan otorgándole a la educación la importancia que merece.

La extensión de la cobertura se complementa con el mejoramiento en infraestructura y una política de estímulos a los docentes mediante la creación de un fondo de 3 mil millones de pesos, pago de primas extralegales y fortalecimiento de restaurantes escolares.

En Cali construirán 10 megacolegios, modernizarán 46 planteles y dotarán de tecnología a todas las escuelas, todo con un crédito de 100 millones de dólares  del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y 270 mil millones de pesos que aportará la Nación. Allí, 40.000 niños irán a jornada única.

Bucaramanga destinará 40 por ciento de su presupuesto a la educación (933 mil millones), mediante la financiación de 340 maestrías para docentes y la dotación de sistemas de cómputo para las escuelas.

La educación de la población, que siempre debe ser la prioridad, en Cúcuta es solo un rubro presupuestal secundario.

Acá pesan más proyectos como un parque de diversiones y megaobras, en torno de las que siempre la opinión pública es suspicaz, porque la realidad la tiene acostumbrada a serlo, en especial por la manera poco transparente como se contrata y los poderosos intereses que entran en juego en este tipo de contratación.

Si pavimentar una cuadra genera satisfacciones entre los corruptos, no es fácil pensar diferente cuando se habla de obras que valen centenares de millones de pesos, y más cuando no son muy claras ni convincentes las razones por las cuales se programas esos monstruos de infraestructura. Sin embargo algunas corresponden a necesidades sentidas de la ciudad.

Miércoles, 8 de Junio de 2016
Premium-home
Patrocinado por:
Logo Empresas
Temas del Día