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De regreso al colegio

El Ministerio de Salud, teniendo en cuenta las recomendaciones del comité asesor epidemiológico, eliminó los aforos para todos los ámbitos de la educación en Colombia.

Ya es un hecho que por el momento no tiene reversa el que los estudiantes de colegios, universidades y centros de estudios tecnológicos regresarán al aula de clases este año, poniéndole punto final a la alternancia que se decretó por el coronavirus.

Esto sucede en medio de toda clase de polémicas. En redes se burlan de  la gente que no quiere enviar a los niños al estudio mientras sus padres sí andan con ellos por el centro comercial repleto, al igual que las críticas contra Fecode porque no está del todo de  acuerdo con el 100% de presencialidad, mientras en videos uno de sus candidatos al senado participa en manifestaciones públicas sin tapabocas.

Lo único cierto es que el Ministerio de Salud, teniendo en cuenta  las recomendaciones del comité asesor epidemiológico, eliminó los aforos para todos los ámbitos de la educación en Colombia.

Esto quiere decir que los establecimientos de la educación inicial, primaria, secundaria, superior y aquellos planteles educativos para el trabajo y el desarrollo humano quedaron cobijados por el modelo presencial.

Por lo tanto, en Norte de Santander debemos esperar que aproximadamente el 24 de enero se produzca la reanudación de actividades escolares en 39 de municipios, en donde más de 149.000 estudiantes reciben enseñanza en las instituciones públicas, aparte de los 124.000 que en Cúcuta reciben clases en los colegios oficiales.

Eso significa -lógicamente- la reactivación de una de las actividades que más personas mueve entre alumnos, profesores, personal administrativo de los establecimientos escolares y de quienes desarrollan actividades paralelas alrededor del servicio educativo.

Por tal motivo es fundamental insistir en los cuidados relacionados con el uso obligatorio de los tapabocas, el lavado de manos y la vacunación que significa un elemento sustancial en la contención del coronavirus.

 Todos debemos entender que la nueva normalidad quedó a varios años de distancia de aquella a  la que estábamos acostumbrados hasta 2019, puesto que hoy se deben seguir teniendo comportamientos de autocuidado y autocontrol.

Y aunque ya la autoridad sanitaria indique que no hay un límite para el número de personas en un salón de clases, sí es evidente que debe trabajarse en el mejoramiento y ampliación de las instalaciones locativas de muchos establecimientos educativos.

Y mientras que no es un misterio que hay aulas donde se apretujan los asistentes y la ventilación no es la adecuada, ha llegado la hora de entender que los niños y jóvenes requieren de un mejor lugar para su aprendizaje.

Sobre ese asunto, el Ministerio de Educación sostiene que en el año que acaba de terminar el balance es de 235 colegios nuevos o ampliados y entregados en el país de los  542 que se propuso en el actual Gobierno antes de finalizar su periodo.

En la medida que se va comenzando a desarrollar el calendario, persiste la controversia entre los sindicatos y el Gobierno, por un aspecto que requiere una precisión urgente. “El 2022 inicia con déficit de maestros; los estudiantes volverían a aulas sin docentes”, según Fecode.

Aparte de explicar qué ocurre ahí, las autoridades del ramo deben adoptar un plan que conjure de manera definitiva ese viejo mal que por años ha arrastrado la educación pública, el cual deteriora la calidad y ayuda a generar la deserción.

Y en medio de esta discusión, la Defensoría del Pueblo notició lo siguiente: 4.685 casos de violencia intrafamiliar, 3.847 de violencia interpersonal, 227 suicidios, 14.690 exámenes médicos legales por presunto delito sexual y 70 alertas tempranas por reclutamiento son el reflejo de que la violencia contra los niños y adolescentes aumentó cuando no pudieron seguir asistiendo a la escuela.

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Viernes, 7 de Enero de 2022
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