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Editorial
Desde Rusia con amor
La estrategia es debilitar y dividir a Occidente, en busca de llevarlo al precipicio.
Miércoles, 4 de Octubre de 2017

Que detrás de lo ocurrido en Cataluña está Rusia es tan innegable como que también está detrás del inesperado triunfo del Brexit, de la inexplicable victoria de Donald Trump, del juego diplomático que involucra a Corea del Norte… y de otros sorprendentes episodios.

La estrategia es debilitar y dividir a Occidente, en busca de llevarlo al precipicio. La prensa occidental lo cree así, y de diversas maneras ha denunciado la injerencia de Moscú en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el referendo británico para renunciar a la Comunidad Europea y, ahora, la caótica jornada definitoria del domingo en Cataluña.

Por algo, el serísimo The Washington Post, publicó un artículo sobre el referendo catalán y lo tituló Rusia ganó, y explicó que Moscú se movilizó por las redes sociales y sus medios afines para favorecer a los independentistas. Así actuó en Estados Unidos para que los demócratas perdieran, y en Gran Bretaña, para sacarla de la Comunidad Europea.

Así, paso a paso, recupera el poder mundial que perdió cuando al caer, el Muro de Berlín se llevó a la Unión Soviética entre el polvo de sus ladrillos destruidos. Y lo hace con recursos creados por Occidente, como la televisión, la internet y las redes sociales digitales.

No se puede dudar de que la jornada catalana del domingo se hubiera dado de todas maneras. Pero el ingrediente del radicalismo abrió una brecha insalvable entre Barcelona y Madrid, y ese ingrediente lo pusieron las redes sociales, con mensajes falsos surgidos desde lugares insospechados, pero bajo control ruso absoluto.

Lo denunció El País, de España, con profusión de ejemplos, en algunos de los cuales el canal Russia Today (RT) queda mal parado, por su manera de manipular la realidad, con mentiras, incluso, y con exageraciones como la de que habría guerra civil si no se permitía el nacimiento en las urnas de una Cataluña independiente.

Ante esa alternativa ¿qué catalán no votaría a favor de la independencia, si con ello contribuiría a evitar una guerra civil como la de 1936, de la cual hoy todavía no se recuperan totalmente los españoles?

También denuncia la prensa el uso de robots digitales para producir falsos perfiles de personas que, supuestamente, apoyan mensajes en las redes sociales de personajes afines a Rusia que expresan conceptos, por ejemplo, en favor de la independencia catalana, con el fin de generar matrices de opinión que prácticamente obligan a los electores a votar en el sentido sugerido.

En Colombia ocurrió algo parecido cuando se votó sí o no en relación con el proceso de paz: ni siquiera se ha sugerido la injerencia rusa en ello, pero, ¿por qué no pensar en que al menos fue posible que ocurriera? Al fin y al cabo, Colombia es el aliado por antonomasia de EU en Latinoamérica, y debilitarlo cabe como parte de la estrategia rusa.

Obviamente, en público, Rusia dice que el asunto catalán no es de su incumbencia en el que “no es posible involucrarnos de ninguna forma”.

Pero, con Moscú, a nada es posible darle certeza. Por algo Winston Churchill, luego de la Conferencia de Yalta en 1945, exclamó: ‘Rusia es una adivinanza envuelta en un misterio dentro de un enigma’.

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